Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 45

Sebastian estaba completamente lleno. Se palmeó la barriga muy llena. "Mami, ¿crees que mi barriga se parece a una pelota?".

Sharon también le dio unas palmaditas en el estómago, sintiéndose divertida. "Nadie te ha obligado a comer tanto".

"La comida estaba muy deliciosa, simplemente no pude parar". El niño se frotó el estómago. Si no estuviera tan lleno, probablemente comería más.

"Mami, la comida de la familia de Papá es demasiado buena". El niño no pudo evitar expresar la envidia.

"Entonces, si vives aquí, puedes comer mucha comida deliciosa todos los días", dijo Simon de manera muy simpática.

"Así es. Quédate aquí y le diré a la moza que te prepare una habitación". Douglas ordenó inmediatamente al mayordomo que hiciera los arreglos necesarios.

Sebastian miró a su madre, pidiendo aprobación. "¿Nos quedaremos aquí?".

"Bueno...". Sharon miró a Douglas, luego a Simon. Ellos solo estaban planeando dejar que el niño se quedara aquí, ¿verdad?

Simon era el padre del niño después de todo. Por lo tanto, ella necesitaba darles algo de tiempo para llevarse bien.

"Si quieres quedarte aquí, puedes quedarte unos días". Sharon frotó la cabeza del niño.

"¿Y tú? ¿No te vas a quedar aquí también?". El niño estaba preocupado por esto.

Sharon agitó su cabeza. "No. Mami no se quedará".

"Entonces, yo tampoco me quedaré. Me quedaré donde se quede Mami". El niño todavía no había sido completamente seducido por la comida.

"Ustedes dos se quedarán aquí juntos", dijo Douglas inmediatamente cuando escuchó al niño decir que no se iba a quedar.

"Director Zachary...". Sharon fue interrumpida antes de que pudiera terminar de hablar.

Douglas dijo de pronto: "No hay necesidad de discutir más. Ya anocheció y no es seguro afuera. Así que ustedes dos pasarán la noche aquí". Luego le ordenó a otra chica que preparara la habitación de Sharon.

Ella abrió la puerta y asomó la cabeza con cautela. Como era de esperar, no había nadie más en la habitación, así que se apresuró a buscar su ropa.

Sin embargo, ella acababa de agarrar la camiseta y ni siquiera se la puso antes de que se abriera la puerta de la habitación. Se escuchó la voz del hombre. "... Sí, eso es todo". Él estaba hablando con alguien por teléfono, y al momento siguiente, sus ojos se congelaron.

Sharon escuchó su voz y se dio la vuelta para hacer contacto visual con la mirada profunda del hombre. Ella se congeló por un momento, y sus mejillas estaban ardiendo.

Sharon vio al hombre en la puerta y su cerebro se quedó brevemente en blanco.

Sus mejillas se sonrojaron al instante y rápidamente recogió su ropa. Ella reprendió con ansiedad al hombre: "¿Por qué... por qué entraste sin tocar la puerta? ¡Sal de aquí!".

Simon no salió, sino que entró y cerró la puerta.

El hombre metió una mano en el bolsillo y caminó hacia ella sin decir una palabra.

Mientras se acercaba a ella paso a paso, Sharon ya estaba petrificada. Muchas imágenes horribles pasaban por su cabeza sin control. Ella sujetaba su ropa con fuerza para bloquear la vista y estaba retrocediendo con nerviosismo.