Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 487

Si el incidente de esa noche no hubiera sucedido, Fern habría cobrado su paga por el día y habría regresado a casa para acompañar a su hija.

Ella acababa de colgar la llamada cuando, ni siquiera dos segundos después, su teléfono volvió a sonar.

Cuando la mujer estaba a punto de rechazar la llamada, la enorme mano del hombre se estiró de repente para tomar el teléfono. "¿Por qué no respondes?".

Eugene tomó el teléfono y vio el nombre de contacto de la persona que llamaba: “Mi cielo”.

'Es un apodo tan íntimo. Me pregunto quién será esta persona’.

Antes de que Fern pudiera recuperar su teléfono, Eugene ya había respondido a la llamada. La voz infantil pero clara de una niña se escuchó desde el otro lado de la llamada. "Mamá, ¿ya terminaste con el trabajo? Estoy en casa esperando a que vuelvas a dormir...".

Ambos escucharon la voz de la niña, y sus ojos se encontraron una vez más. No dijeron una palabra.

‘¿Ya tiene una hija?’.

Eugene sintió que se le encogía el corazón. '¿Pero no me enteré ya de que ella tuvo una hija hace dos años?’.

'Se casó hace mucho tiempo y dio a luz a una niña...'.

Fern recuperó su teléfono rápidamente y se dio la vuelta para decirle a su hija que estaba al otro lado de la llamada: "Sé una buena niña. Mami volverá a casa pronto. Si estás cansada, puedes dormirte primero. Todavía estoy ocupada con algo. Muy bien, colgaré primero".

Ella terminó de hablar y colgó la llamada rápidamente. Luego se dio la vuelta para mirar al hombre de nuevo. Antes de que ella pudiera hablar, Eugene se le adelantó y dijo: "Si estás casada, ¿dónde está tu marido? ¿Por qué no gana dinero para la casa y te obliga a ti, una mujer, a hacer ese trabajo?".

"No tengo marido".

Eugene se sorprendió cuando la escuchó. "¿Está muerto?".

"Sí, está muerto. Murió antes de que naciera mi hija". Cuando estaba hablando, ella lo miró fijamente con frialdad. Había una sensación de rencor en su mirada, como si estuviera diciendo que era Eugene quien había muerto.

Fern regresó con su hija a la pequeña habitación que alquilaban. No esperaba que su hija todavía estuviera despierta, esperándola.

"Mamá, ¿por qué tienes la cara hinchada? ¿Alguien te golpeó?". Su pequeña hija extendió la mano, desconsolada. Quería tocarla.

Ver a su hija tan obediente y preocupada por ella le hizo recordar todo lo que había ocurrido esa noche. Los ojos de Fern eran cálidos mientras abrazaba a su hija en sus brazos. "Mami fue contratada a último minuto para ser actriz esta noche. Cuando estaba filmando la película, fui golpeada accidentalmente, pero todo está bien ahora".

"¿En serio? ¿Fuiste a ser actriz?".

"Sí".

"Mamá, ¿serás una superestrella?". Los grandes ojos negros de la niña la miraron con una sonrisa.

"Claro...". Una vez más, ella abrazó a su hija mientras las imágenes del rostro de Eugene flotaban en su mente.