Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 514

Sharon miró el hermoso rostro del hombre que en ese momento tenía una expresión juguetona y respiró hondo. ¿Él pensaría que ella lo estaba evitando si se negaba a entrar en su coche?

Si ella de verdad había perdido la memoria y se había olvidado de él, entonces no tenía por qué tener miedo.

Para no despertar sus sospechas, ella frunció los labios y dijo con calma: “Claro. Gracias, presidente Zachary”. Después de decir estas palabras, procedió a subirse al coche.

Tan pronto como se sentó, pudo escuchar al hombre diciéndole al conductor que condujera. El conductor pisó el acelerador apresuradamente.

Sharon se sorprendió un poco cuando vio el paisaje que pasaba por la ventana. ¿Por qué se sentía como si hubiera caído en una trampa?

Cuando volteó la cabeza, casi chocó con el hombre que estaba casi a su alcance. Ella ni siquiera se dio cuenta cuando él incluso se acercó a ella. Ante esto, ella se retiró inconscientemente a la ventana, poniendo cierta distancia entre ellos.

Al ver cómo ella lo estaba evitando, Simon se sintió muy molesto. Él fijó su mirada serena en ella sin pestañear y se acercó a ella de nuevo, luego usó sus largos dedos para pellizcar la delicada barbilla de la mujer. Su voz sonaba baja y magnética cuando dijo: “Me tienes miedo, ¿eh?”.

El aire desinhibido del hombre la envolvió instantáneamente, y ella de repente sintió que se estaba volviendo un poco difícil respirar. ¡Se sentía como si la hubiera envuelto por completo!

Sharon trató de volver a sus cabales. Ella agarró la mano del hombre y la tiró lejos mientras pretendía mantener la calma. Luego dijo fríamente: “¿Por qué debería tenerle miedo? Y por favor, le pido que mantenga su distancia de mí”.

A pesar de que la mano del hombre ya no estaba sobre ella, el cuerpo de él seguía acercándose a ella, obligándola a arrinconarse. Los ojos agudos como de águila de Simon parecían estar buscando pistas sobre el cuerpo de ella.

Él aún se preguntaba si ella era realmente amnésica o si todo era un acto.

La voz de Simon aún era baja y grave mientras decía: “¿Dijiste algo sobre querer hablarme de mi hijo?”.

Sharon se mordió el labio abruptamente y quiso darse una bofetada. ¡Ella estaba tan nerviosa que casi se había olvidado de esto!

No. Ella tenía que distanciarse de este hombre. ¡Su influencia sobre ella era demasiado grande!

Ella levantó la mano para intentar empujarlo más lejos. Sin embargo, el pecho del hombre se mantuvo firme y frío como una pared. ¡Apenas se movió una pulgada incluso después de que ella lo empujó!

Al ver los arduos esfuerzos de la mujer y la mirada avergonzada que ella tenía en su rostro, Simon sonrió de nuevo. Él agarró la mano de ella con la suya y dijo: “¿Pensé que querías discutir algo? ¿Por qué me estás manoseando?”.

¡¿Quién en su sano juicio querría manosearlo?! ¡Qué tipo más desvergonzado!