Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 519

Él levantó las manos y colocó los mechones sueltos de cabello que estaban sobre las mejillas de ella detrás de las orejas. Él dijo en voz baja: “Sí. Planeo llevarte a dar un paseo. Espero que me hagas el honor de hacerme compañía”.

Las ligeramente frías yemas de los dedos del hombre rozaron suavemente las mejillas de Sharon, cuya respiración se volvió inconscientemente algo desordenada. Ella apartó la cara y dijo burlonamente: “Me trajiste aquí en contra de mi voluntad. ¿Ahora estás siendo cortés al respecto?”.

Una vez que el yate dejó los muelles, llegó en medio del río y los fuegos artificiales se encendieron abruptamente no muy lejos. Fue como la noche en que él le propuso matrimonio.

Sharon miró con asombro los magníficos fuegos artificiales y los recuerdos se repitieron en su mente como en una película. Ella estuvo completamente aturdida por un tiempo.

Simon estaba decidido a fijar sus ojos en ella mientras estaba a su lado, pues no quería perderse ni el más mínimo cambio en la expresión del rostro de la mujer.

“¿Te resulta muy familiar esta escena? ¿Has recordado algo?”, preguntó él en voz baja mientras se acercaba a ella. Sus cálidos labios estaban casi pegados a los oídos de ella.

Hubo un fuerte giro en el corazón de Sharon, quien de repente se dio la vuelta. En ese momento, ¡un encantador ramo de rosas azules apareció en las manos del hombre aparentemente de la nada!

Él sostuvo el ramo mientras se paraba frente a ella. Sus atractivos rasgos eran los mismos que en la noche de la propuesta. Era como si estuviera a punto de arrodillarse sobre una rodilla para proponerle matrimonio.

Ella por fin entendía completamente las intenciones del hombre. Él estaba haciendo todo esto deliberadamente solo para recrear escenas de su pasado para estimular sus recuerdos, queriendo que ella recordara todo lo que había sucedido.

Sin embargo... ella simplemente estaba fingiendo perder sus recuerdos y aún recordaba todas estas cosas con claridad. Lo único que se sentiría estimulado al ver todo esto una vez más era su corazón.

Ella sintió como si sus entrañas fueran agarradas por una mano gigante. Su respiración se estaba volviendo algo más débil y había un dolor punzante que se extendía gradualmente por su corazón.

El hecho de que él hiciera todo esto simplemente le recordó que ella era una paciente que tal vez se volvería loca algún día. ¿Aún tendría derecho a estar con él cuando eso sucediera?

Ella lo había rechazado una y otra vez, y siempre lo había tratado de alejar. ¿Por qué era tan persistente? ¿Tenía que obligarla a reconocerlo?