Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 527

Ella no podía molestarse en explicar más, pero eso no significaba que no supiera lo que estaba pensando el anciano.

Ella no dejaría que el anciano hiciera lo que deseaba porque ella nunca había considerado volver a estar con él.

Después de que él la llevara al coche, los labios de ella se curvaron en una pequeña sonrisa mientras se burlaba: “No creo que estés pensando en cargarme todo el tiempo, ¿verdad?”.

El hombre la miró fijamente de manera inexpresiva. La mirada en sus profundos ojos negros era tranquila y serena. ¿Cómo podía no entender que ella estaba diciendo eso solo para hacerlo enojar a propósito?

“Soy tu pretendiente ahora. Esta es una rara oportunidad para mí de ser caballeroso. Antes de que tu tobillo se cure, te llevaré de un lado a otro del trabajo”.

La sonrisa en los labios de Sharon se desvaneció un poco. Ella lo miró a los ojos sin decir nada durante unos segundos. ¡Este hombre en serio…no tenía gracia!

Al verla fruncir los labios y girar la cabeza, las comisuras de la boca del hombre se curvaron sin decir una palabra.

Cuando llegaron al instituto de investigación, él consiguió que Franky preparara una silla de ruedas en la que ella pudiera sentarse mientras trabajaba.

Sharon lo miró con una expresión complicada. ¿No daba un poco de miedo que un hombre tan masculino también estuviera tan atento?

En realidad, ¿cómo podía no haber sabido que él era una persona tan atenta?

Este tipo de hombre era peligroso. Si ella no tenía cuidado, él conquistaría su corazón por completo.

“Ve a trabajar. Vendré a recogerte cuando hayas terminado”.

“¿Tienes tanto tiempo libre? ¿No tienes un gran proyecto del que ocuparte?”. Aunque lo estaba echando a propósito con frialdad, la verdad es que su corazón ya estaba hecho un desastre.

En realidad, Simon no estaba muy ocupado recientemente. Él metió una mano en su bolsillo y sus ojos vagaron. “Estamos colaborando con la familia Newton en el proyecto. El principal responsable ahora es tu hermano mayor”.

¿Eugene? No era de extrañar que no lo hubiera visto recientemente. Resultaba ser que él había sido arrastrado por el gran proyecto que el anciano había asumido obstinadamente.

“Estás muy dispuesto a compartir un proyecto tan grande con los demás”.

“Si puedes volver a mi lado, incluso si tengo que entregar el proyecto a los Newton, valdría la pena”. ¿Quién no se enamoraría de un hombre tan guapo y arrogante que dijera esas palabras?

Sharon no quiso decirle una palabra más y dijo: “Glady, empújame hasta adentro”.