Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 533

"Mami, estoy aquí", gritó Sebastian de repente. Corrió al lugar y la abrazó.

Sharon se dio la vuelta y vio que ese día su hijo vestía un traje formal con un corbatín de color rojo vino. Parecía un pequeño y apuesto caballero.

"¿Quién te trajo aquí?", preguntó ella. Tan pronto como terminó de hablar, la figura erguida de Simon apareció ante ella. Ella levantó los ojos y se encontró con la vista del rostro excepcionalmente atractivo del hombre.

Él también estaba vestido con un traje formal. Sin embargo, el color de su corbata le llamó la atención, pues coincidía con el color del corbatín de su hijo.

Ella los miró a ambos y de repente pensó en algo. Bajó la cabeza y se dio cuenta de que ella llevaba un vestido color rojo vino ese día...

Habían hecho coincidir sus ropas con las de ella a propósito. No solo era un atuendo de pareja, ¡era un atuendo familiar combinado!

Simon definitivamente estaba detrás de todo esto. No esperaba que él tuviera un plan tan astuto.

Mucha gente lo había notado. Todos dirigieron su atención hacia ellos.

Las mujeres que estaban al lado comenzaron a chismorrear una vez que vieron a Simon.

“Vaya, ese hombre es tan guapo. ¿Es una celebridad?”.

“Su comportamiento no se parece al de una celebridad. Debe ser alguien especial. Además, es incluso más guapo que una celebridad".

“Ah, ahora lo recuerdo. Creo que lo he visto en una revista financiera antes...".

Sharon escuchó sus chismes con claridad. Ella lo fulminó con la mirada. ¿No podía mantener un perfil bajo?

"No te invité aquí", dijo ella, mirándolo directamente a los ojos.

Había llevado a su hijo y se había vestido así deliberadamente. Este era un evento público. ¿Quería revelar su relación al público?

"Por supuesto, bienvenidos. Prepararé asientos para los dos. Debes portarte bien. Además... ayúdame a vigilar a tu papi. No dejes que vague por ahí", dijo Sharon. La prevención era mejor que nada. ¿Quién sabía si él estaba allí para apoyarla o arruinar su evento?

Sebastian se palmeó el pecho y dijo: "No te preocupes, mami. Conmigo aquí, papi no se perderá".

La expresión de Simon se ensombreció. ¿Por qué lo trataban como si fuera un niño de tres años?

Sharon llamó a alguien para que los llevara a los asientos VIP.

"Sebastian, sigue a esta dama y lleva a tu papi a tus asientos", dijo Sharon mientras palmeaba los hombros de su hijo.

"¡Sí, mami!", dijo Sebastian mientras sostenía la mano de Simon. Lo miró de cerca como si temiera perderlo.

Simon frunció los labios. Cuando pasó junto a ella, de repente se acercó un poco más al oído de la mujer. Su fresco aroma invadió los sentidos de la mujer. Su cálido aliento estaba justo al lado del oído de ella cuando dijo en voz baja: "No te preocupes, no me iré. Estaré donde sea que estés".