Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 549

Nunca hubiera esperado que el digno jefe de la familia Zachary se arrodillara ante ella sobre una rodilla y le pusiera matrimonio. Ni siquiera se había imaginado que él haría algo tan romántico por una mujer.

Momentos del pasado pasaron por su mente y su nariz se sintió invadida por una sensación de dolor. Ella casi se echa a llorar.

¡Tiró el pastel al suelo antes de que sus emociones se descontrolaran!

"¿De quién es el cumpleaños? Soy Sienna Newton. ¡Hoy no es mi cumpleaños! ¡No me hables si no has entendido bien las cosas!".

Aunque el pastel se había estrellado contra el suelo y estaba completamente arruinado, las palabras "¡Feliz cumpleaños, cariño!" escritas en él todavía eran visibles.

Las palabras también estaban borrosas. Se veía horrible.

Simon miró fijamente el pastel en el suelo. Su mirada se endureció y se volvió gélida mientras fruncía los labios con fuerza.

El hombre alto y apuesto permaneció en silencio mientras emanaba una aterradora sensación de frialdad.

Sharon apretó las manos con fuerza. Su respiración era un poco errática. Tenía que marcharse de inmediato. Si no se marchaba en ese instante, no sabía qué pasaría.

Antes de irse, les lanzó algunas palabras duras. "¿Entiendes ahora? No vuelvas a aparecer frente a mí nunca más. ¡Deja de molestarme!".

Ella se alejó a grandes zancadas y no volvió a mirar atrás. En ese momento, empezó a llover.

"Mami...", gritó Sebastian. Quería perseguirla, pero Simon le impidió hacerlo.

Simon miró la silueta de Sharon mientras ella huía de ellos bajo la lluvia. Sus cejas bien definidas se fruncieron tensamente.

Sharon abrió la puerta del coche y subió en él. Su cabello y ropa estaban empapados. A ella no le importaba. Puso en marcha el coche y salió de la residencia de los Newton.

Ella ya no se quedaría en ese lugar. Se había mudado de nuevo solo para evitar a Simon, pero no esperaba que él también se mudara a la casa de los Newton. Ella había subestimado sus habilidades.

Como él estaba allí en ese momento, ella no tuvo más remedio que irse.

En el momento en que su coche salió de la casa de los Newton, lágrimas calientes se deslizaron por su rostro.