Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 550

Ante una pregunta tan repentina de su estudiante favorita, Ceylon se quedó sin palabras.

Sharon, quien estaba más que desesperada, no podía esperar a escuchar su respuesta. Ella lo apresuró con anticipación. "Dígame. Dígame de una vez. ¿Alguna vez has experimentado algo así?", preguntó ella.

Los rasgos bien definidos de Ceylon, que eran característicos de su ascendencia multirracial, se torcieron para crear un ceño fruncido. Esta era la primera vez que se enfrentaba a una pregunta que no podía responder.

Sin embargo, fue honesto al respecto. "No", respondió él con seriedad.

Sharon clavó su mirada en él. No mucho después, se echó a reír.

"¿De qué te ríes?", preguntó Ceylon. Todavía tenía el ceño fruncido.

Sharon le puso una mano en el hombro. “Esto significa... ¿nunca le ha gustado nadie antes, maestro? Usted no es joven. ¿Nunca has estado en una relación antes?", preguntó ella.

Ella nunca se atrevería a decirle algo así a su propio maestro si estuviera en sus cabales. Sin embargo, estaba completamente borracha en ese momento.

Ceylon tenía una mirada de desdén en su rostro porque su estudiante se había burlado descaradamente de él justo en su cara. Sin embargo, no era una persona altiva. Frunció los labios con disgusto. “No es una obligación para uno estar en una relación romántica. ¿No es bueno estar solo también?", cuestionó.

Sharon dejó de reír después de un rato. Su mirada se volvió sombría mientras tomaba un sorbo de su vaso. “Como se esperaba de usted, maestro. Tiene razón. Es bueno estar solo”, dijo ella.

Si hubiera entendido esto antes, no habría terminado así en ese momento.

Ceylon miró a Sharon, quien estaba completamente borracha en ese momento. Un destello cruzó su mirada cuando no pudo evitar estirar la mano y apartar los mechones de cabello a los lados del rostro de ella. Él miró el rostro enrojecido de la mujer intensamente y murmuró para sí mismo en voz baja: "Pero ahora... yo también quiero experimentar la sensación de gustarle a alguien".

"Vamos, sigamos bebiendo...".

Ceylon suspiró exasperado y dijo: "Está bien, ya bebiste lo suficiente. Si continúas bebiendo, mañana tendrás dolor de cabeza".

Le quitó el vaso de la mano y le impidió beber. Luego ignoró las protestas de la mujer y procedió a arrastrarla fuera del bar con fuerza.

Mirando a Sharon, quien se había desmayado por su embriaguez, Ceylon no tuvo más remedio que reservar una habitación individual para los dos.

Él ayudó a Sharon, quien seguía murmurando en voz baja, a entrar en la habitación. Respiró aliviado después de colocarla en el sofá.

Nunca esperó que ella fuera tan problemática cuando estaba borracha, ya que tenía una constitución extremadamente delgada.

Ceylon intentó ayudarla a subir a la cama. Sin embargo, ella vomitó una vez que él la puso de pie. Él no solo estaba cubierto de su vómito, ¡sino que su ropa también estaba sucia!

¡Al ver el vómito en sus ropas, Ceylon sintió que estaba a punto de volverse loco!

¡No debería haberle permitido beber tanto de forma imprudente!

Después de vomitar, Sharon volvió a caer sobre el sofá, lo que lo enfureció aún más.