Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 579

“¿Por qué volviste a comprar otra casa?”. Ella no respondió a su pregunta, sino que hizo otra. Mientras tanto, su mirada vagó por el interior de la unidad.

“La compré para nosotros, por supuesto. Este es nuestro nuevo hogar”.

Sharon se volteó para mirarlo, confundida. “¿Nuestro nuevo hogar?”.

Simon extendió la mano y la abrazó. “Hemos vuelto a estar juntos. ¿No deberíamos vivir juntos también? Acepté no casarme contigo primero, pero creo que deberíamos vivir juntos como si fuéramos marido y mujer”.

Él no estaba equivocado...

“Si somos marido y mujer, ¿no deberíamos vivir juntos? ¿O no quieres vivir conmigo?”.

“No me refiero a eso, pero...”.

Antes de que ella terminara de hablar, él la interrumpió: “Shar, no quiero volver a separarme de ti. No puedo dormir por la noche sin ti”.

Oh, no era tan serio, ¿verdad? ¿No se las arregló para vivir solo bien los últimos dos años?

¿Había sufrido insomnio durante ese tiempo? Ella recordó haber oído a su hijo mencionar eso.

“Sígueme”.

Antes de que ella pudiera hablar, él la arrastró dentro de la casa hasta que llegaron a la habitación de la esquina.

“Este es un pequeño laboratorio para que también puedas hacer tu trabajo en casa”.

Sharon miró el interior del laboratorio. Él había preparado todos los aparatos y equipos de experimentación que necesitaba. También había una estantería y una mesa de laboratorio...

Sus ojos estaban abiertos de par en par por la incredulidad. ¡Incluso preparó esto para ella!

“No tendrás que quedarte en el laboratorio durante todo el día en el futuro. Puedes hacerme compañía en casa más a menudo”.

Ella se sintió conmovida al principio, pero tras escuchar lo que él dijo, lo entendió todo. “Veo que tienes motivos ocultos”.

“Solo quiero que pases más tiempo conmigo. Esto también se considera en tu compensación. ¿No es pasar tiempo conmigo lo que deberías hacer?”. Él parecía no encontrar nada de malo en eso.

‘Simon es un hombre de negocios, en efecto. ¡No es alguien que esté en desventaja!’, pensó Sharon.

A Simon no le importaba. “¿Me diría algo?”. Nadie podía interrumpir su tiempo juntos como pareja, ni siquiera su propio hijo.

Sharon sonrió. Él solo dijo eso porque su hijo no estaba allí. Sebastian definitivamente tendría algo que decir si estuviera presente.

Alguien de repente llamó a la puerta.

“¿Alguien vino a buscarte?”. Ese lugar era su nueva casa, así que solo podía tratarse de alguien que trabajara para Simon.

La mirada de Simon se volvió sombría. Le había pedido específicamente a su secretaria que no los molestara. ¿Quién era la persona que estaba afuera? ¿No sabían cómo ceñirse a los tiempos adecuados?

“Espera un momento. Iré a echar un vistazo”. Simon fue a abrir la puerta.

Sharon volvió a examinar el laboratorio. Después de un rato, escuchó la voz de Eugene desde afuera. “¡Sharon, sal!”. Él sonaba furioso y había una pizca de indignación en su voz.

Ella se congeló. ¿Cómo se enteró Eugene de ese lugar?

Sharon salió y allí estaba su hermano furioso.