Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 590

Sharon inclinó la cabeza y miró a Simon confundida. ‘¿Por qué actúa cada vez más como un niño? O está jugando, o quiere atención’.

Él necesitaba que Sharon hiciera cosas incluso tan simples como buscar sus medicinas.

Sharon recordó lo que dijo Xena sobre que él no podía dormir ni comer adecuadamente durante los últimos dos años, ya que había estado ocupado buscándola, lo que le provocó problemas de salud. De alguna manera, ella también estaba desconsolada.

“Muy bien, espera aquí. Iré a buscarte un poco de agua y los medicamentos". Ella sentía que se lo debía.

Simon curvó sus delgados labios y esperó a que ella regresara con las cosas.

Poco después, Sharon le llevó los medicamentos y un vaso con agua. “Ven, date prisa y tómatelos. De lo contrario, me echarán la culpa si empeoras en el futuro".

"Señora Zachary, no me gusta que diga eso. Mi cuerpo está débil por su culpa. ¿Está tratando de negar su responsabilidad?". Simon no estaba satisfecho.

"¿Cuándo negué mi responsabilidad?". Ella se sintió molesta.

"Entonces deberías asumir la responsabilidad, ya que mi cuerpo se ha debilitado por tu culpa". Los ojos profundos de Simon la miraban fijamente.

"¿Cómo quieres que asuma la responsabilidad?". ‘¿Por qué encuentro sus palabras un poco raras? ¿Qué quiere decir con que su cuerpo está débil por mi culpa?’.

De repente, él la agarró de la mano y la colocó frente a él con fuerza. Sus largos dedos levantaron la barbilla de la mujer mientras la miraba a los ojos. "Debes estar a mi lado, cuidarme y no abandonarme nunca más".

Al escucharlo, fue como si él realmente no pudiera permitirse el lujo de dejarla. Sin embargo, aunque ella no estuviera a su lado, sabía que siempre habría alguien que lo cuidaría. Alguien como Xena, por ejemplo.

"Me temo que no puedo cuidarte adecuadamente...".

"No hay problema. Me basta con que te quedes a mi lado. Tal vez ni siquiera necesite tomar ningún medicamento para curarme si lo haces", dijo él con una sonrisa vaga.

"No existe tal milagro, y yo no soy la cura para tu enfermedad".

“Yo creo que eres mi cura. ¿No lo entiendes?".

Cuando dijo esto, él levantó la barbilla de ella y bajó la cabeza. Estaba a punto de besarla.

Sharon inclinó la cabeza hacia un lado y le llevó los medicamentos a la boca. "Primero debes tomar tus medicamentos".