Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 616

Era la hora de la cena, así que la pizzería estaba casi llena de clientes.

Eugene entró con Rue en sus brazos, y los dos llamaron bastante la atención durante mucho tiempo.

El hombre medía casi 1.9 metros de altura y tenía un rostro exquisito. Sus pantalones de marca que eran de excelente calidad estaban envueltos alrededor de sus largas piernas, y tenía la figura de un modelo masculino. Sin embargo, su aire de nobleza no era de ninguna manera comparable a ningún otro modelo masculino ordinario.

La parte más encantadora de él era la forma en que sostenía a la pequeña niña que parecía una muñeca en sus brazos. Toda la escena era demasiado encantadora para los ojos.

Muchas de las damas presentes estaban admirando la vista, casi gritando en voz alta.

“¡Guau! ¡Mira al hombre que lleva a esa niña! ¿No es demasiado hermoso? ¡Qué muñeca más afortunada de tener un padre tan guapo!”. La joven dama a su lado no pudo evitar jadear de admiración. Ella simplemente deseaba ser su hija también.

“Supongo que él debe ser un esclavo de su hija. Después de todo, las hijas son siempre las princesitas de sus papás”.

La ya ocupada pizzería entró en caos debido a la apariencia de Eugene, pero toda su atención estaba en la niña que él sostenía en sus brazos. La estuvo protegiendo todo el tiempo.

Cuando por fin encontraron una mesa, Eugene le pidió a Rue que ordenara la comida.

“¿Puedo pedir lo que sea?”. Rue lo miró con cautela.

Los delgados labios de Eugene mostraron una ligera sonrisa. Él levantó la mano para tocar la cabeza de la niña y le dijo con voz suave: “Por supuesto. Puedes pedir lo que quieras”.

Rue se sintió aliviada y le dijo a la camarera que estaba a su lado: “Señorita, me gustaría una pizza de tocino y gambas, una pasta con solomillo de ternera a la pimienta negra, alitas a la parrilla y dos vasos de refresco”.

Después, ella se volteó para mirar al apuesto hombre frente a ella y preguntó: “¿Serán suficientes para nosotros dos, tío?”.

“Me parece suficiente. ¿Te gustaría pedir algo más?”.

“Oh, eso es suficiente para mí también. Pero me gustaría pedirle una pizza a mi mamá cuando hayamos terminado”. Ella no se olvidaría de compartir algunas de estas deliciosas comidas con su madre.

La niña sensible tocó el corazón de Eugene una vez más. La mirada del hombre se volvió más amable mientras decía: “Claro. Puedes hacer eso”.