Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 644

Era tarde en la noche y Rue ya se había dormido, mientras que Fern acababa de ducharse. Ella se secó el pelo mojado con una toalla y se preparó para echar un vistazo a sus notas de estudio antes de acostarse.

Se escuchó una serie de golpes en la puerta, rompiendo el apacible silencio de la noche.

Su corazón dio un vuelco. Ya era muy tarde en la noche. ¿Quién podría ser?

La mujer se acercó con cautela a la puerta cerrada y preguntó a través de ella: "¿Quién es?".

"Señorita Thompson, soy yo, Wyatt Milliot".

¿Wyatt Milliot?

Ella se preocupó aún más. ¿Por qué estaba él allí en medio de la noche?

¿Podría tener alguna noticia sobre Eugene?

El pensamiento cruzó por su mente, por lo que ella abrió la puerta de inmediato. "Wyatt... Eh...".

Ella acababa de abrir la puerta cuando una figura alta colapsó sobre ella. Ella lo ayudó a levantarse a toda prisa para que no la aplastara bajo su peso.

"Tú...". Fern estaba a punto de preguntar quién era él cuando levantó los ojos y vio el rostro pálido del hombre. ¡Era el hombre que había estado añorando todos estos días!

“¡Eugene Newton! ¡Eres tú!", exclamó instintivamente ella con voz chillona. No sabía si estaba sorprendida o llena de alegría.

Él parecía extremadamente débil en ese momento, como si fuera a desmayarse en cualquier momento. Sin embargo, él igual le sonrió y dijo: "Sí, soy yo...".

Wyatt también lo ayudó a levantarse. Él bajó la voz y dijo: “Señorita Thompson, el presidente Eugene ha resultado gravemente herido. Ayudémoslo a entrar para que pueda acostarse".

Fern volvió en sí y dijo: "Entonces... Entra de inmediato".

¿Estaba herido? No era de extrañar que estuviera tan débil.

"Esto es... ¿Qué está pasando? ¿Por qué hay gente intentando asesinarlo?”, preguntó ella después de un rato.

“Señorita Thompson, toda la situación es extremadamente complicada. No puedo explicarle todo en este momento. Solo puedo decirle que el presidente Eugene se encuentra en una situación extremadamente peligrosa en este momento. Por favor, salve su vida. Necesito salir y desviar la atención de esos asesinos".

Wyatt dejó el botiquín de medicinas que sostenía. “El presidente Eugene necesita tomar estos medicamentos a diario. La dosis está escrita en la etiqueta de cada botella. ¡Perdón por molestarla!", dijo él.

Después de hablar, se inclinó ante ella de una manera sincera, se dio la vuelta y se fue rápidamente.

"Oye, Wyatt...". Ella quería llamarlo, pero él se fue rápidamente. Solo mencionó que tenía que desviar la atención de esos asesinos...

Fern miró a Eugene, quien todavía estaba acostado en el sofá. Un sentimiento complicado surgió en su corazón.

¿Debería rescatar al hombre que la había abandonado tan cruelmente en el pasado?