Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 666

La enfermera le sacó sangre a Rue y se fue.

Eugene le pidió a Wyatt que cuidara de la niña mientras él hablaba con el médico.

En el consultorio del médico, Eugene mostró su habitual elegancia caballerosa, pero apenas había una expresión en su rostro. Sus cejas también estaban imperceptiblemente fruncidas.

“Quiero los resultados de la prueba lo antes posible”.

El médico se ajustó las gafas antes de decir: “Lo más pronto que podremos tenerlas es mañana. Te llamaré tan pronto como salgan los resultados”.

Eugene se quedó en silencio durante unos segundos antes de decir: “Está bien”. Si era posible, le gustaría obtener los resultados en ese instante.

“Rue, podemos irnos ahora”. Él regresó al lado de Rue.

“Tío, ¿está bien solo sacar un poco de sangre?”. Rue pensó que ese examen médico era demasiado simple, ¿verdad?

“Sí, te dije que este doctor es muy bueno. Mañana obtendremos los resultados y veremos cómo tratarte”.

“Oh, está bien entonces”. Ella solo necesitaba confiar en él y todo estaría bien.

“Vamos. Te llevaré a comer algo delicioso”.

Los ojos de Rue se iluminaron cuando escuchó que comería algo delicioso. “¡Gracias, tío!”.

Eugene acompañó a la niña hasta después de la cena antes de llevarla a casa mientras Fern aún estaba muy ocupada. Como de costumbre, ella pensó que su hija estaría en la guardería después de la escuela donde la pequeña esperaría a que la recogiera.

Cuando finalmente estuvo lista para recoger a su hija, recibió una llamada suya. “Mamá, ya estoy en casa. Puedes venir directamente a casa”.

“¿Qué? ¿Por qué te fuiste a casa sola?”.

“No volví sola. Fue el tío quien vino a invitarme a cenar hoy y luego me llevó a casa”.

Fern se sorprendió cuando escuchó las palabras. “¿Qué? ¿Eugene Newton?”. ¿Él buscó a Rue de nuevo? ¡Lo hizo a sus espaldas, además!

“¡Eugene Newton! ¿Por qué llevaste a Rue al hospital? ¿Qué le hiciste?”. Ella no creyó que él llevara a su hija al hospital para un simple examen médico.

“¿Viste a Rue cuando llegaste a casa?”, preguntó él en lugar de responderle.

“La vi. ¿Y qué?”.

“Entonces deberías saber que ella está bien y no pasó nada, ¿verdad?”.

“¿Quieres que le pase algo?”, preguntó Fern con molestia.

“Ya que ella está bien, ¿qué podría haberle hecho?”. El hombre se rio entre dientes.

“¡Tú!”. Fern estaba un poco enojada. Después de tomarse un respiro, ella continuó: “Sé honesto conmigo, ¿por qué la llevaste al hospital, exactamente?”.

El hombre al otro lado del teléfono se quedó en silencio abruptamente. Solo se podía escuchar su respiración superficial.