Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 674

Sebastian refutó inmediatamente después de procesar las palabras de su madre: “¡No puedes hacer eso! Somos una familia. ¿Cómo puedes dejarme atrás y pasar tiempo a solas? Está bien si no te preocupas por mí normalmente, pero ¿ni siquiera me vas a llevar de vacaciones? ¡No estoy de acuerdo!”, protestó él.

Parecía que tenía bastantes quejas. Él quería seguirlos sin importar qué.

Sharon lo golpeó en la cabeza y dijo: “No dijimos que no te íbamos a llevar. ¿Por qué estás tan agitado?”.

Sebastian la abrazó del brazo y le dijo: “Mami, no te dejaré ir”.

“Muy bien, muy bien. No me sueltes si quieres”, dijo Sharon. Ella no había pasado tiempo con el pequeño durante dos años. Él era mucho más independiente de lo que había sido en el pasado. Como por fin había regresado, tenía que pasar más tiempo con su hijo.

Simon sintió la necesidad de apartar a Sebastian de Sharon cuando lo vio aferrarse a ella con tanta fuerza.

Si no fuera por el hecho de que no se habían visto en tanto tiempo, ¡él no permitiría que este mocoso la abrazara así!

Afortunadamente, ellos habían acordado no tener más hijos. Parecía que un niño era suficiente.

...

Un magnífico yate atravesaba el océano. Sharon estaba de pie en la terraza con las gafas de sol puestas, sintiendo la brisa salada del océano chocar contra su piel.

Ella miró a Simon, quien estaba de pie a su lado, y le preguntó con curiosidad: “Dijiste que nos llevarías de vacaciones. Por vacaciones, ¿te referías a ir al océano?”.

Simon sonrió con suficiencia y dijo: “En realidad, no es tan simple. Te dije que lo sabrás cuando lleguemos”.

Su acto misterioso la hizo sentir aún más curiosidad.

“Shar, ¿quieres un poco de jugo de frutas? Está fresco, lo hice yo misma”, dijo Riley mientras salía con dos vasos de jugo.

“Claro”, dijo Sharon mientras agarraba uno de los vasos que ella tenía.

Los tres no eran los únicos que se fueron de vacaciones esta vez. Riley también los acompañó.

Al principio, ella solo había invitado a su mejor amiga a unirse a ellos en el viaje, pero Jim insistió en seguirla después de que se enteró. Sharon no podía rechazarlo porque conocía la relación entre él y Riley.

Sharon no pudo resistir estallar en carcajadas mientras tomaba un sorbo de su jugo. Ambos realmente formaban una pareja extremadamente animada y divertida.

“¿Sabe bien?”, preguntó Simon mientras miraba la sonrisa en el rostro de su mujer. Su mirada luego aterrizó en el jugo en la esquina de los labios de ella.

“Está delicioso…”.

Tan pronto como Sharon terminó de hablar, una sombra cayó sobre ella. Él bajó la cabeza ¡y lamió el jugo de sus labios!

En ese momento, ella sintió un zumbido de electricidad surgir a través de su cuerpo. Ella se quedó momentáneamente aturdida.

“Sí... no está mal”, dijo él mientras se lamía los labios. Ella no sabía si él hizo eso solo para probar el jugo o para besarla.

Sus orejas se pusieron rojas. “Tú... si querías beberlo, ¿por qué rechazaste la oferta de Riley hace un momento?”, preguntó ella. ¿Tenía que probar el jugo así?

Una mirada de alegría apareció en los ojos de Simon tras posarse en el rostro avergonzado pero atractivo de ella. Con una sonrisa ambigua en su rostro, él se acercó un poco más al oído de ella y le susurró en voz baja: “Solo quiero beber el tuyo”.