Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 703

Sharon aún no podía entender qué estaba pasando con estos tres por el momento. ¿Cómo terminaron viviendo juntos después de que ella regresó de unas vacaciones?

Ella nunca pensó que Eugene sería tan rápido en actuar.

“Rue, ¿por qué lo llamaste ‘papá’ hace un momento?”.

“Él es mi papá ahora. Me ha reconocido como su hija y mamá ha aceptado estar con él. ¡Así que ahora somos una familia de tres!”. Rue lucía bastante orgullosa de anunciar esto. ¡Por fin tenía un padre y una familia propia!

“¿Ah, sí? Entonces también me gustaría felicitarlos, hermano mío y Fern”, dijo Sharon mientras sonreía.

Ella se dio cuenta de que Fern sonreía de mala gana y había bajado rápidamente la cabeza para ocultar las emociones en sus ojos. ¿Parecía que no quería estar allí?

Ya que la cena estaba lista, Sharon se quedó y comió con ellos.

Después de la cena, ella y Eugene tomaron el té en el pequeño jardín.

“¿Por qué cambiaste de opinión de repente y quisiste estar con Fern?”. ¿Fue porque quería darle una familia a Rue?

“¿Puedes casarte con Simon, pero yo no puedo volver a estar con ella?”. Eugene tomó un sorbo de té y le lanzó un bufido.

“¿Estás diciendo… que volvieron a estar juntos? ¿Por qué no lo veo de esa manera? Fern no parece estar feliz con eso”. Ella entrecerró los ojos para mirarlo con escrutinio y preguntó: “Debiste haberla obligado a hacerlo, ¿verdad?”.

Eugene la miró y dijo con cierta indiferencia: “Cuando Fern dio a luz en secreto a un bebé, ella debería haber sabido que llegaría este día”.

Al escuchar esto, Sharon lo miró fijamente y continuó después de una pausa por un momento: “¿Entonces solo volviste con ella por Rue?”.

Hubo una pequeña pausa en los movimientos de Eugene. Él tomó otro sorbo antes de responder débilmente: “Sí”.

Fern tenía un plato de frutas en sus manos cuando, de repente, escuchó su conversación. Se sentía como si alguien le hubiera abierto un agujero en el corazón.

Eugene le lanzó una mirada vaga. Su postura permaneció elegante cuando curvó los labios y dijo en tono de broma: “Un ejemplo claro de por qué las chicas deberían casarse tan pronto como lleguen a la edad adulta. Tu querido esposo está aquí. Ve”.

Sharon suspiró. “Depende de tí si quieres o no escuchar mi consejo. Pero Fern también ha sufrido mucho a lo largo de los años”. Después de decir eso, ella tampoco planeaba quedarse más tiempo.

Los ojos de Eugene adquirieron una mirada levemente sombría, pero él se limitó a fruncir los labios y no dijo nada en respuesta mientras la acompañaba afuera.

Cuando salieron, vieron a Simon parado junto al coche esperándola. Él tenía puesto un abrigo negro hecho a medida, y su cuerpo alto y fornido llamaba la atención incluso en la tenue luz de la noche.

“¿Por qué viniste a recogerla tan pronto? ¿Tienes miedo de que la detenga aquí?”, bromeó Eugene mientras lo miraba.

“Tenía miedo de que ella no pudiera encontrar el camino a casa”, dijo Simon mientras se quitaba el abrigo y lo ponía sobre ella.

Sharon podía sentir la calidez del abrigo, y mientras estaba de pie junto a él, se sentía como si fuera una damisela en apuros.