Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 720

Sharon no pudo evitar sorprenderse al ver a Xena. Después de todo, ella ya no era la asistente de Simon.

Además, ella recordó que Xena no estaba en la lista de invitados.

Sin embargo, sabía que Xena era una de las subordinadas de Penelope.

Penelope había dejado en claro que no les daría su bendición incluso si los otros parientes de la familia Zachary estuvieran presentes.

Con esto en mente, ¿Xena asistió por su cuenta? ¿Asistió de parte de Penelope? A Sharon le asustaba que fuera la primera razón.

El aliento caliente del hombre le rozó la oreja y sonó una voz baja. “¿Qué estás mirando?”. Simon se aferró a la cintura de ella con una mano mientras seguía la mirada de la mujer.

De repente, ella volvió en sí y negó con la cabeza y dijo: “No es nada. Estoy un poco hambrienta, eso es todo. ¿Creo que ya la cena está servida?”.

“Entonces vayamos a comer algo”, dijo él mientras colocaba su brazo alrededor de su cintura y caminaba hacia la sección de comida.

Ellos habían preparado muchas delicias para la fiesta de esta noche, y era de estilo bufé. En la mesa se sirvieron bebidas y vinos de calidad.

“Sebastian y Rue dijeron que iban a recoger conchas marinas. ¿No han vuelto todavía?”. Ella estaba un poco preocupada después de no ver a los dos niños por un tiempo.

“El niño regresó hace un tiempo, pero regresó a su habitación para tomarse una ducha”.

“¿Qué pasó?”.

“Él llevó a la niña a la playa y quedaron completamente empapados a causa del oleaje. Supongo que Eugene también está ayudando a la pequeña niña a bañarse”.

“…”. Sharon lo fulminó con la mirada, un poco atónita por las palabras de la mujer.

“¿Por qué me miras así?”. El hombre curvó las comisuras de los labios ligeramente y la miró con sus ojos profundos.

“Rue es su hija biológica, así que usa los términos correctos”.

Sharon fue muy cooperativa e ignoró el hecho de que había mucha gente a su alrededor. De todos modos, pronto serían marido y mujer, por lo que alimentarse mutuamente en público no se consideraba un comportamiento excesivo.

Entre los invitados, Xena estaba parada en un rincón discreto mientras sostenía una copa de cóctel. Al ver la escena de Simon alimentando a Sharon, ella apretó el vaso en su mano con fuerza y estuvo a punto de romperlo en pedazos.

Sin embargo, el lado lógico de su cerebro le impedía hacerlo. Ella tenía que mantener una sonrisa en su rostro como si fuera una flor blanca pura, no una piraña feroz.

Ella miró a Sharon con frialdad y se burló en su mente: ‘Puedes ser complaciente por esta noche, Sharon Jeans. Pero desde mañana en adelante, ¡Simon será mío!’.

Su teléfono vibró en ese momento y ella echó un vistazo al identificador de llamadas. Luego fue a buscar un lugar donde no había gente antes de atender la llamada.

“¿Aló?”.

“A juzgar por tu tono, parece que estás de mal humor”. Howard estaba de pie en la cubierta de un crucero a cierta distancia. Él observaba mientras las luces parpadeaban en la pequeña isla y la música alegre se podía escuchar débilmente junto con la brisa del mar.