Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 782

"¿Inconsciente? ¿Por qué está inconsciente? ¡¿Qué le hicieron?!". Sharon quedó desconsolada al saber que su hijo se había desmayado. Ella quiso acercarse de inmediato para ver la condición del pequeño.

Uno de los secuestradores dijo con irritación: "Tu pequeño mocoso nos estaba dando problemas, así que nos encargamos de callarlo un rato. ¡Ahora deja de balbucear tonterías y entréganos el dinero!".

"¿Cómo se atreven…?".

Simon acercó a Sharon a su lado y miró fríamente a los secuestradores, que estaban arriba. Él dijo con voz amenazadora: "Puedo darles el rescate, pero será mejor que mi hijo esté sano y salvo. De lo contrario, los perseguiré, sin importar dónde estén en este mundo. ¡Me encargaré de enviarlos al mismo infierno!".

Los secuestradores, aún estando tres pisos por encima de él, podían sentir la inmensa aura intimidante que emanaba de Simon.

Miraron a Sebastian, cuya respiración se había debilitado. ‘Parece que este mocoso no podrá aguantar mucho más. Tenemos que conseguir el dinero pronto y salir de aquí’.

Uno de los secuestradores arrojó una cuerda larga al piso de abajo y dijo con voz ronca: "Deja de decir tonterías si quieres salvarlo. ¡Ata la maleta con el dinero a la cuerda!". Jalarían la maleta hacia ellos una vez que estuviera hecho.

"Será mejor que cumplan su palabra. ¡Libérenlo inmediatamente una vez que obtengan el dinero!", gritó Sharon.

Siguiendo las instrucciones de los secuestradores, ataron la maleta llena de dinero con la cuerda.

Una vez que los secuestradores pusieron sus manos en la maleta, la abrieron sin esperar un segundo más. ¡Estaba llena de dinero!

Los ojos de ambos se llenaron de codicia. '¡Con esta cantidad de dinero, no tenemos que preocuparnos de nada más por el resto de nuestras vidas!'.

"Todo está bien, ¿verdad? ¡Ahora, libérenlo!". Sharon estaba ansiosa por salvar a su hijo.

"Esperen diez minutos antes de subir. ¡De lo contrario, no podremos garantizar su vida!", dijo uno de los secuestradores antes de que ambas siluetas volvieran a perderse en las sombras.

"Esperen...". Sharon se preocupó más cuando no pudo ver a su hijo.

"No nos van a engañar. Van a liberarlo, ¿verdad?". Sharon miró a Simon.

"No lo harán. Están ocupados corriendo por sus vidas ahora que tienen el dinero". Simon estaba muy seguro del temple de los secuestradores.

"Entonces Sebast...".

‘¡Malditos secuestradores! Habían prometido entregarlo a salvo. ¿Cómo pudieron hacerle esto?’.

"¡Despierta, Sebastian! ¡Sebastian…!", gritó Sharon, intentando despertar a su hijo. Todo su cuerpo estaba temblando. ‘Si algo le llega a pasar, no querré seguir viviendo’.

Simon se acercó y vio el estado actual de Sebastian. Su impresionante rostro estaba tan helado como una montaña, mientras que todo su cuerpo desprendía un aura asesina. "¡M*erda, no los dejaré salirse con la suya!".

Se inclinó para cargar a Sebastian y regresó al coche a paso rápido. "¡Date prisa, hay que llevarlo al hospital!".

Sharon luchó por levantarse. Sus piernas se sentían como gelatina y no podía pararse con firmeza. ¡Se dijo a sí misma que debía ser fuerte, ya que su hijo la necesitaba en ese momento!

Se tambaleó para seguir el ritmo de Simon y murmuró sin parar: "Sebastian...".

Simon salió del lugar con Sebastian en sus brazos. Franky se los topó. "Presidente Zachary".

"¿Dónde están los secuestradores? ¿Lograste atraparlos?".