Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 785

Sharon lo encontró gracioso y asintió con la cabeza. "No puedes comer cosas tan fuertes en este momento, necesitas recuperarte. Ya pedí que te traigan una comida nutritiva de la cafetería del hospital".

"¿Eh? ¿Comida nutritiva? Pero esa sabe horrible", dijo el pequeño, quedando boquiabierto.

"Necesitas nutrirte bien en este momento. Aún si son ricas, no puedes comer esas cosas ahora. Eso te pasa por ser tan comelón. Es hora de que cambies tu dieta. De lo contrario, un día tu gran apetito te va a meter en muchos problemas antes de que te des cuenta", dijo ella mientras le pellizcaba la nariz.

Sebastian hizo un puchero y puso una expresión impotente. "Muy bien, entonces. Tráeme la comida nutritiva. No tienes que asustarme así".

Al ver la expresión de Sebastian, ella sintió la necesidad de reírse de él. Se levantó y salió a buscar su comida.

Sharon miró a Simon. 'No debería ser un problema dejarlos a los dos juntos aquí, ¿verdad?'.

Cuando ella regresó, Simon ya se había ido, afirmando que necesitaba atender algo urgente.

‘¿Así que vino aquí por un momento solo para echar un vistazo a su hijo?’.

Ella frunció levemente los labios. ‘¿Qué más podía esperar de él? No es que quiera pasar tiempo con su hijo’.

Después de todo, él ya era un hombre casado. Lo más apropiado sería que él se mantuviera alejado de ellos.

Sharon acompañó a su hijo un día más. En ese momento, el pequeño ya se había quedado dormido. Mirar el rostro de su hijo, que se parecía al de Simon, le hizo tener una sensación indescriptible.

'Olvídalo. Mientras mi hijo esté a mi lado, no quiero nada más’.

Ella suspiró levemente y salió de la sala para llamar a Eugene. Aún tenía que devolverle el dinero a Simon.

Eugene no se había enterado de lo sucedido hasta recibir la llamada y no pudo evitar regañar a Sharon. "¿Por qué me estás diciendo esto hasta ahora, después de que sucedió algo tan serio?".

"Todo sucedió muy rápido y no tuve más opción que pedirle a Simon que consiguiera el dinero para salvar a Sebastian. Pero ya ha sido rescatado. Al menos ya no está en peligro". No se atrevió a mencionar lo gravemente herido que estaba Sebastian.

Eugene respiró hondo. "Gracias a Dios Sebastian está bien... No tienes que preocuparte por el dinero. Iré a visitar a Sebastian mañana y te ayudaré con eso. ¡Podemos deberle a cualquiera, pero no a Simon!". Obviamente, él no estaba en buenos términos con Simon.

"Bien…".

"Esa es tu forma de ver las cosas. Pero... igual no quiero deberte nada", dijo ella antes de tratar de irse.

Sin embargo, Simon la agarró por el abrazo y tiró de ella para tenerla de frente.

"¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame!". Ella se estaba resistiendo fuertemente al hombre, a pesar de que este solo la había tocado un poco.

Simon no podía hacer más que sostenerla por los hombros y mirarla. De repente, dijo: "¡Una vez que las heridas de Sebastian se hayan recuperado más, tráelo de regreso a la casa de los Zachary para que se quede!".

Sharon se quedó atónita cuando escuchó las palabras. Ella pensó que lo había escuchado mal y miró la apariencia excesivamente atractiva del hombre. Después de un tiempo, se rio y dijo: "¿De qué... de qué estás hablando? No lo entendí del todo".

"Estoy diciendo que cuando él se haya recuperado, tú y Sebastian volverán a mi lado", dijo él, pronunciando cada palabra con claridad.

Una vez más, Sharon se quedó estupefacta. Sus ojos se encontraron y ninguno de ellos dijo una palabra más.

Después de un momento, ella se echó a reír de repente, como si hubiera escuchado una broma muy divertida. "¿Te estás volviendo loco? ¿Por qué estás diciendo tonterías?".