Resumo de Capítulo 791 – Capítulo essencial de Ten cuidado, mi papá CEO por Internet
O capítulo Capítulo 791 é um dos momentos mais intensos da obra Ten cuidado, mi papá CEO, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Amor, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Simon no estaba seguro de si ella realmente no se sentía bien o si solo estaba fingiendo. Se dirigió a la cuidadora y le dijo: "Fuera".
La mujer entendió. Se dirigió afuera rápidamente y cerró la puerta detrás de ella.
Solo ellos dos quedaron en la habitación. Xena sintió un aura amenazante sobre ella al igual que una sensación helada recorriéndola. Empezaba a arrepentirse de haberse arreglado la bata de dormir de forma seductora.
Ella hizo todo lo posible por sonreírle mientras le decía con amabilidad: "Simon, ¿por qué no te ves feliz?".
Los ojos penetrantes de Simon la estaban mirando. Él ignoró por completo el hecho de que ella vestía tan poca ropa y estaba exponiendo gran parte de su piel.
Simon movió sus largas piernas y, con cada paso que daba, se acercaba lentamente cada vez más a ella. Su silencio la asustó aún más.
Él caminó hasta el costado de la cama y, de repente, se inclinó hacia adelante. Colocó una de sus palmas a un lado del cuerpo de la mujer, y sus ojos fríos la estaban mirando. Luego dijo con una voz profunda y fría: "Fuiste tú quien estuvo detrás del incidente del secuestro de Sebastian, ¿no es así?".
Xena no esperaba que Simon fuera tan directo. Su corazón se apretó de repente, y su cuerpo se puso rígido. No se atrevió a moverse ni un centímetro.
Su expresión cambió para peor y sus ojos adquirieron una mirada de preocupación. Hizo todo lo posible por mantener la calma y dejó escapar una sonrisa seca antes de decir: "¿Qué…? ¿Estás bromeando acaso? ¿De quién escuchaste estas tonterías? ¿Cómo podría tener algo que ver con el secuestro de tu hijo? ¡Ni siquiera sé nada al respecto!", dijo ella mientras mostraba una expresión inocente.
"Solo te voy a dar una oportunidad para que me digas la verdad". La voz de Simon era fría e iba en tono de advertencia.
Xena sintió que su respiración se volvía irregular y no se atrevió a mirarlo a los ojos. Sintió que su corazón latía con fuerza. Ella había sido muy cautelosa al encargar el secuestro. No había forma de que la pudieran descubrir tan fácilmente.
No podía estar segura de que Simon tuviera pruebas concretas. ‘¿Quizás solo escuchó a alguien balbuceando tonterías y vino aquí para ponerme a prueba?’.
‘De todos modos, no puedo admitirlo antes de que se muestre ninguna evidencia concreta’.
Xena cambió su expresión en solo una fracción de segundo. Ahora parecía inocente y como si estuviera agraviada. Sus ojos también estaban rojos. "¿Decir la verdad sobre qué? Realmente no sé qué está pasando. ¿Quién es tan cruel como para echarme toda la culpa? Tráeme a esa persona y yo misma le preguntaré".
Anteriormente, cuando Simon la veía llorar, seguía pensando que era una mujer frágil y tímida. Sin embargo, cuando la vio llorando de nuevo en ese momento, él solo se sentía molesto.
Antes de que terminara de hablar, su cuello estaba siendo apretado, y se volvió incapaz de respirar. ¡Su cara comenzó a ponerse morada!
"Sebastian es solo un niño. ¿Cómo puedes ser tan cruel? ¿Cómo te atreves a hacerle esto a un niño?". Él nunca había conocido a una mujer tan cruel como ella.
Su fuerza era tremenda. Ella no podía respirar, y sus ojos se agrandaron mientras miraba a Simon, aterrorizada. Quería decir algo, pero no podía.
"Te di una oportunidad, pero no la aprovechaste. Y encima intentaste hacerle daño a Sebastian. Ya que tienes el valor para quitarle la vida, ¡yo también te quitaré la tuya!". Una vez más, Simon apretó sus manos, y su ya gélida y lúgubre expresión se tornó mucho más fría en ese instante.
‘¿Va a estrangularme hasta matarme?’.
Xena se sentía mareada y comenzaba a tener miedo...
'No... No... no quiero morir...'.
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