Resumo do capítulo Capítulo 792 de Ten cuidado, mi papá CEO
Neste capítulo de destaque do romance Amor Ten cuidado, mi papá CEO, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Xena miró el rostro del hombre que estaba tan cerca de ella. Se veía despreocupado y elegante al mismo tiempo. Una sensación de terror la recorrió, como si el mundo estuviera a punto de terminar.
Sin embargo, en el fondo de su corazón, se sentía insatisfecha y seguía luchando. Ella luchó por reunir las últimas fuerzas que tenía y agarró las manos del hombre antes de decir: "Te lo ruego, por favor, suéltame... Tengo algo importante que decirte... Déjame compensar lo que hice...".
Tan solo pensar en cómo contrató a matones para secuestrar e incluso matar a su hijo hizo que Simon no pudiera deshacerse de la ira que había en él. ¡No se sentiría arrepentido, incluso si terminaba matándola!
No soltó su agarre. ‘Dejarla viva solo provocará más problemas’.
"Se... se trata de cómo Sharon fue envenenada. ¿No quieres saberlo?". Xena hizo un gran esfuerzo para soltar estas palabras. Estaba a punto de perder la consciencia debido a la falta de oxígeno.
Tan pronto la escuchó, Simon frunció el ceño. Esta vez, finalmente soltó su agarre.
"Cof, cof...". Xena recuperó el aliento y empezó a toser violentamente. Su tez púrpura comenzó a recobrar su color normal, pero todavía sentía una sensación de ardor alrededor de su garganta.
Antes de que pudiera recuperarse del todo, Simon ya la había agarrado por los hombros. La miró con frialdad y preguntó: "¿Qué decías acerca de Sharon y el veneno? Será mejor que me lo digas. ¡De lo contrario, te haré sufrir más que hace un momento!".
Xena jadeó. Tenía mucho miedo de Simon. A pesar de que le dolía la garganta, no se atrevió a demorar más. "Su envenenamiento... fue obra de Howard".
Sin otra opción a estas alturas, tenía que exponer a Howard para salvar su vida.
Las pupilas de Simon se encogieron. ‘¿Howard?’.
‘¿De verdad fue él?’.
Desde que Sharon fue envenenada, había estado investigando quién fue la persona que dio las órdenes. También había sospechado de Howard, pero no se atrevía a asegurar que su sobrino fuera el responsable.
"¿Qué hizo? Será mejor que me lo cuentes todo".
"Si te lo digo, por favor, déjame vivir, ¿de acuerdo?", suplicó Xena con cautela.
El hombre entrecerró los ojos con frialdad. "No tienes derecho a negociar conmigo. ¡Ahora, escúpelo!".
Xena tragó saliva y le confesó todo a Simon. Desde el principio, cuando Howard la buscó para trabajar con él, cómo Simon se vio obligado a casarse con ella y hasta la actualidad, cuando todavía le estaban mintiendo a Sharon, diciendo que estaban haciendo un antídoto para ella.
Vio a Simon irse y dejó escapar un profundo suspiro de alivio...
‘Esta vez, pude escapar del borde de la muerte. Me pregunto si me dejará ir la próxima vez’.
...
En el hospital psiquiátrico.
Howard terminó de cortar las manzanas y se las entregó a su madre. "Cómetelas".
Fiona sonrió de una manera tonta y las tomó. "Me comeré las manzanas...". Ella le dio un mordisco y luego se la puso a un lado de la boca de su hijo. "Tú también deberías comer... come...".
"No voy a comer. Tú come". El tono de Howard era dulce.
Fiona no lo obligó. Ella fue obediente y disfrutó las manzanas cortadas.
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