Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 842

La suave voz de Sharon era lo único que llenaba la habitación. Le estaba contando a Henry sobre todo lo sucedido con Simon.

Se estaba tomando su tiempo para hablar. Su voz era muy agradable de escuchar, y cada palabra que llegaba a sus oídos se sentía como si estuviera aplastando su corazón.

Sus ojos, que hace unos momentos mantenía cerrados, ahora estaban abiertos sin que ella se diera cuenta. Se quedó callado, solo mirando a la mujer sentada en el suelo.

Cuando habló de cómo Simon había quedado atrapado en una explosión al tratar de salvarla en la villa de Howard, Henry pudo notar el ligero rojo en los ojos de Sharon. Había un destello de lágrimas en ellos.

‘Está muy triste…’.

De repente, las palabras se atoraron en su garganta, y no se atrevió a continuar. Le mostró una sonrisa y dijo: "...Lo siento. No pude controlarme. Yo... realmente lo extraño...".

Ella se secó las lágrimas. Había intentado controlar sus tristes emociones, pero no esperaba fallar. Más lágrimas comenzaron a fluir.

"Lo siento, déjeme llorar por un momento. Solo… déjeme llorar por un momento…", dijo y cubrió su rostro con sus manos. Aunque había tratado de reprimir su llanto al principio, poco a poco fue perdiendo el control, y enterró la cabeza en sus manos para llorar en voz alta.

No esperaba estar tan desconsolada al recordar el incidente de ese día. Era como si estuviera reviviendo el incidente una vez más.

De hecho, no sabía por qué se había echado a llorar frente a Henry.

El hombre de la silla de ruedas la miraba en silencio. Al escucharla llorar, no pudo evitar mostrar un cambio en su rostro inexpresivo. Inconscientemente, extendió la mano... para tocar su cabeza y pedirle que dejara de llorar.

Antes de que su mano la tocara, de repente salió de su trance. ‘¿Qué demonios estoy haciendo?’.

‘Esta mujer es tan irritante, y sigue aquí molestándome. ¿Por qué debería compadecerme de ella?’.

Trajo su mano de vuelta y volvió a su expresión gélida. Luego dijo con irritación: "¡Ya basta! ¡Cállate! ¡Deja de llorar!".

No esperaba que ella fuera tan terca. Puso una expresión fría y, después de permanecer en silencio por un momento, dijo: "Te estás mintiendo a ti misma. Me temo que solo recibirás noticias de su muerte".

Sharon bajó los ojos y se vio en ellos un destello de desdicha. Dijo, en un tono bastante triste: "Sería mejor si ese fuera el caso. Al menos, no tendría que seguir sufriendo y esperar por él. De lo contrario, seguiría buscándolo por el resto de mi vida".

Henry sintió un pellizco en su corazón, ya que nunca antes había conocido a una mujer tan obstinada y tonta.

Sus pupilas se encogieron suavemente, y fue como si sus ojos estuvieran brillando con algo. Bromeó: "Genial. Entonces cumpliré tu deseo. Cuando llegue el momento y recibas la noticia de su muerte, será mejor que estés preparada para ello".

Sharon estaba atónita. Sin embargo, ella entendió el significado detrás de sus palabras cuando salió de su trance. Ella lo miró con alegría y dijo: "¿Usted... está diciendo que estará dispuesta a cooperar conmigo y aceptar mi terapia?".

"No, te equivocas. Solo quiero verte triste y deprimida, o incluso deshecha por la tristeza", dijo con una expresión de piedra.