Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 845

"Henry, tengo algo urgente que atender. ¿Puedes cooperar con la Señorita Newton?". No se iría si no fuera algo urgente.

Henry la miró, antes de mirar de reojo a Sharon. No dijo nada, y solo levantó la cabeza mientras cerraba los ojos.

A juzgar por su expresión, no parecía ser un rechazo.

"Señorita Tammy, debería seguir adelante. Puedo manejar las cosas aquí", dijo Sharon.

Tammy la miró. Recordando lo que le había dicho Franky, decidió confiar en la habilidad de Sharon.

"Dejo todo en tus manos, entonces". Al decir esto, Tammy se inclinó y besó a Henry en la frente. "Regresaré pronto".

Sharon se sorprendió un poco por esto. Sin embargo, eran una pareja, por lo que este tipo de gesto cariñoso ocasional era normal.

Parecía que el Señor Henry solo le permitía a Tammy acercarse a él.

Aun así, ¿no estaba Henry siendo demasiado frío? No mostraba ni una reacción ante los gestos de Tammy.

Sin embargo, Tammy estaba acostumbrada. Sin encontrar nada diferente en su comportamiento, se fue.

Solo Sharon y Henry quedaban en la habitación. Cerró los ojos una vez más y parecía que simplemente la iba a ignorar.

Sharon trajo el frasco de vidrio oloroso a su nariz. "Olfatee un poco. ¿Le gusta este aroma?".

No sabía qué olor era, solo que era demasiado intenso y lo ahogaba. Le hizo toser y empujó el frasco. "¡Llévatelo! ¿Acaso estás tratando de asfixiarme?".

"Entonces no le gusta este aroma. Bien, pruebe este...".

Sacó otro frasco, y estuvo a punto de entregárselo de nuevo cuando Henry la interrumpió.

Finalmente, aceptó a regañadientes los pocos aromas que si le habían gustado.

Sharon tomó nota y comenzó a empacar sus cosas. A juzgar por su expresión amarga, ella no quería que él continuara probando aromas, no sea que volviera a estallar de ira.

"Está bien, eso sería todo por hoy. Gracias por su cooperación. Prepararé una fragancia para ayudarlo a dormir lo antes posible", dijo, mientras empacaba la cajita.

Henry miró su rostro claro y limpio, entrecerrando la mirada inconscientemente.

Sharon estaba a punto de despedirse de él después de haber empacado todo cuando de repente sonó el teléfono en su bolsillo. Pensó que era Ceylon, llamándola para hablar sobre trabajo. Sacó su teléfono y lo miró, sin esperar encontrar a su hijo en la llamada.

Sin tratar de esconderse, respondió a la llamada justo en frente de Henry. "¿Hola? Sebastian, ¿qué pasa?".

Mientras Sharon estaba en la llamada, no notó las grandes manos del hombre en la silla de ruedas. Estaban apretando con fuerza de manera inconsciente, luego de escuchar la forma en que ella se dirigía a la persona que llamaba. También hubo un ligero cambio en su expresión.