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Un coche estaba esperando a Sharon frente a la entrada.
“La señorita Tammy ha reservado la mejor habitación de hotel para usted. El conductor la llevará allí. Hemos pagado todas las tarifas por usted. Puede simplemente registrarse con su equipaje”, le dijo Jesse a ella.
Sharon miró el coche que tenía delante y dijo: “Por favor, dele a la señorita Tammy las gracias de mi parte”.
“No hay problema. Necesito volver para reportarme con la señorita Tammy, así que no podré acompañarte allí”, dijo Jesse. Luego asintió con la cabeza, se dio la vuelta y se fue.
Sharon acercó su equipaje al coche. Justo cuando estaba a punto de entrar en el coche, ¡otro coche aceleró repentinamente en su dirección!
Abrumada por la sorpresa, ella se desvió instintivamente. Un sonido fuerte y chirriante sonó cuando el coche hizo un freno de emergencia a poca distancia de ella. ¡Casi la había golpeado!
Ella no se había recuperado de su conmoción cuando alguien bajó del coche.
“Oh, ¿no es esta la famosa perfumista, señorita Newton? ¿Te vas tan pronto?”. Sonó una voz burlona.
Sharon levantó su mirada para mirarlo. ¡Era Trevor Chester otra vez!
Al verlo, ¡ella supo que se le avecinaban problemas!
Sharon no quería molestarse con él. Ella se dio la vuelta e intentó entrar al coche para poder irse. Sin embargo, dos figuras se apresuraron a bloquear su camino y rodearla.
¡Eran los hombres de Trevor!
“¿Por qué tienes tanta prisa? Estoy hablando contigo. ¡Al menos deberías responderme!”, gritó Trevor con insatisfacción.
Su cabeza estaba envuelta con vendas blancas. Había resultado herido después de que Henry le rompiera un jarrón en la cabeza.
Sus heridas aún no se habían recuperado, pero parecía que no había aprendido la lección. ¿Quería intimidarla de nuevo?
“¡Piérdete!”. Sharon tiró de su equipaje con ella mientras trataba de escapar de los hombres de Trevor. Sin embargo, estos continuaron bloqueando su camino.
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