Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 878

Henry suspiró levemente. Él sabía que Tammy lo trataba extremadamente bien, pero pensaba que su manera de hacer las cosas a menudo era demasiado extrema.

Como en ese instante, por ejemplo. Tammy estaba parada frente a él sin importarle nada más. Ella pensaba que él era débil solo porque sus piernas estaban discapacitadas.

En realidad, él no necesitaba una mujer que lo protegiera así.

Él extendió la mano para apartar a Tammy del camino y poder enfrentar a Gerald por su cuenta.

“Viejo Amo Chester, por favor, decida si quiere dispararme o no después de escuchar lo que voy a decir”. A pesar de tener un arma apuntando directamente a su cabeza, Henry aún hablaba con el Viejo Amo Chester en un tono honesto.

Gerald sintió de repente una sensación de admiración por Henry. Él nunca había conocido a una persona tan tranquila. ¿No le tenía miedo a la muerte en absoluto?

“Está bien, te daré una oportunidad. Di lo que quieras decir de una vez”, dijo Gerald. Él no pensó que las pocas palabras que iba a decir podrían hacerle cambiar de opinión.

Incluso si su hija le estuviera bloqueando el camino, ¡él aún le quitaría la vida a Henry!

Henry colocó ambos brazos sobre el apoyabrazos de la silla de ruedas. Él levantó la cabeza para encontrarse con la punta del arma. Un toque de altivez estaba grabado en sus impecables rasgos. Él no parecía sentirse inferior a nadie solo porque estaba sentado en una silla de ruedas.

“Siempre he escuchado que los Chester están involucrados en todos los sectores, ya sea en primera fila o entre bastidores. De todos modos, los Chester son una fuerza incomparable en el País M, pero escuché que ha tenido problemas por algo recientemente, Viejo Amo Chester”.

Las pupilas de Gerald se contrajeron. Parecía que Henry había acertado con sus palabras.

“Si me disparas hoy, nunca podrás encontrar el lote de acciones que perdiste en Bahía del Sur”, dijo Henry lentamente.

Gerald se sorprendió. Él lo fulminó con la mirada y le preguntó con voz fría: “¿Cómo te enteraste de esto? ¿Fuiste tú el que...?”.

“No fui yo, pero sé dónde está el lote de acciones. Además, estoy asociado con la persona que le arrebató las acciones. Si muero aquí, él no te dejará ir”.

La Mansión Chester estaba involucrada en muchas industrias y estaba a cargo de operar muchos negocios. Sin embargo, Gerald centró la mayor parte de su atención en los negocios que dirigía detrás de escena, que era lo que Henry acababa de mencionar.

Él continuó apuntando su arma directamente a Henry, pero no disparó. Las emociones en su mirada cambiaron.

Después de un rato, él se burló con frialdad: “Ja... ¡Debo haberte subestimado! Parece que mi hija tiene buen ojo para los hombres. ¡Se ha enamorado de un hombre con un gran carácter!”, gritó él con los dientes apretados.

La ira de Gerald aumentó mientras regañaba a Trevor con dureza: “¡Cállate! ¡Tú mismo te lo buscaste!”.

“¿Qué más puedo hacer? ¿Debería renunciar a mi venganza?”, preguntó Trevor. Él odiaba a Tammy y Henry hasta la médula.

Una mirada asesina apareció en los ojos de Gerald. “Son solo dos personas. Enviaré a alguien para que se ocupe de los dos”.

“¿Qué hay de Tammy y ese pedazo de basura discapacitado?”.

“Tammy es tu hermana. La golpeé y eso cuenta como un castigo. En cuanto a Henry...”. Él no lo mantendría con vida.

Trevor sintió que esto no era suficiente. ¡Él quería hacer pedazos a Sharon!

Tammy sacó a Henry del salón de conferencias de su padre y lo llevó de regreso a la habitación de él.

“No creo que sea seguro que sigas quedándote aquí. Haré los arreglos para que te quedes en otro lugar. Te quedarás en mi residencia privada. Los hombres de mi padre no podrán irrumpir allí”, dijo Tammy. Ella estaba preocupada de que su padre lastimara a Henry.