Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 897

Trevor estaba medio reclinado en el sofá, sosteniendo un vaso de licor dorado en la mano. Sus ojos la estaban mirando ferozmente, como un lobo. ¡Quería su vida, o más bien, quería torturarla sin piedad!

"¡Así que eres tú, Trevor!". Franky también estaba atado junto a Sharon. El líder de los asesinos había quería dispararle a Franky, ya que había matado a tres de sus hombres antes. Sin embargo, en un momento crítico, Sharon se apresuró a interponerse entre Franky y el arma. Dado que el líder había recibido órdenes de atrapar a Sharon con vida, movió repentinamente su arma a un lado y disparó al suelo, lo que le permitió a Franky mantener su vida. Sharon también le había dicho al líder que, si mataban a Franky, ella se mordería la lengua y se suicidaría.

El líder estaba resentido por esto, pero no tuvo otra opción que desistir de su intento de asesinato. Por esta razón, se limitó a atarlos de manos juntos antes de hacer que pareciera que se habían quemado hasta morir en el coche. De los tres cadáveres, el conductor era el único que realmente había muerto quemado.

Trevor se burló de los dos. "Además de mí, ¿quién más crees que te guardaría tanto rencor?", dijo mientras casi rechinaba los dientes. Sharon lo había castrado de un solo disparo. ¡Buscaría venganza por esta vergonzosa ofensa, incluso si moría en el intento!

Sharon pensó que Gerald había sido el que envió a los asesinos para tenderles una emboscada, pero no se esperó que Trevor fuera el responsable. Hubiera sido mejor para ella morir en la emboscada en vez de caer en las garras de Trevor.

Trevor los miró con frialdad y se burló: “¿De verdad pensabas irte después de hacerme esto? ¿Crees que el mundo funciona de esa manera?". Miró a Franky tan pronto dijo esto, y sus ojos se encendieron con una fría ira.

“¡Eres un pedazo de basura repugnante! Imagino que cada segundo de tu existencia está lleno de dolor, así que hoy te aliviaré de ese dolor. ¡Denle una paliza! ¡Y asegúrense de romper todas las extremidades que le quedan por mí!", le ordenó Trevor a sus subordinados.

El corazón de Sharon se tensó de inmediato, pero antes de que pudiera decir algo para detenerlos, unos cinco o seis hombres fuertes empujaron a Franky al suelo antes de comenzar a golpearlo brutalmente. Cada golpe que caía sobre el cuerpo de él era absolutamente cruel. Franky apretó los dientes en agonía mientras su máscara caía al suelo. La sangre brotaba de las comisuras de su boca, pero no dijo palabra alguna. ¿De verdad planeaban golpearlo hasta matarlo?

Sharon estaba aterrorizada, y gritó ansiosamente: “¡Suficiente! ¡Deténganse! ¡Dejen de golpearlo!". Sin embargo, ella también había sido inmovilizada y no pudo acudir en su rescate. Estas personas solo se detendrían si Trevor lo ordenaba.