Resumo de Capítulo 938 – Uma virada em Ten cuidado, mi papá CEO de Internet
Capítulo 938 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Ten cuidado, mi papá CEO, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Amor, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
El feroz fuego había envuelto por completo la habitación. Si no fuera por Simon, quien se apresuró a salvar a Sharon y salir de la habitación, tampoco habrían podido escapar. Sharon solo se quedó mirando el mar de llamas frente a ellos.
Tammy, envuelta por las llamas, todavía luchaba y gritaba. "Henry... vuelve aquí... te perseguiré incluso desde el más allá...". Tammy siguió gritando con su voz ronca, hasta que esta se desvaneció en medio del mar de fuego.
Sharon no pudo evitar sentirse asustada al presenciar todo esto. ‘¡Es difícil creer que Simon y yo casi morimos quemados! Pero Tammy… ¿cómo pudo ser tan cruel? ¡No solo intentó matarse, sino que quería arrastrarnos con ella!’.
Simon pudo sentir que Sharon estaba temblando, así que la abrazó y dijo en voz baja: "Está bien, ya pasó". Él también pensaba que Tammy era demasiado cruel, pero no esperaba que Tammy terminara tratando de hacerle algo así a él.
La alarma de incendios del hospital se había activado hacía mucho tiempo. Los bomberos ya habían llegado al lugar y se encontraban ocupados tratando de extinguir el fuego. Cuando Jesse regresó con el doctor, se encontró con la habitación envuelta en llamas… y la señorita Tammy seguía adentro. "Señorita Tammy...". Jesse se quedó mirando con preocupación la escena, pero no podía entrar para rescatarla. Sus rodillas golpearon el suelo mientras gritaba: "Señorita Tammy, ¿por qué fue tan tonta…?".
…
Eugene llegó con Sebastian al hospital tan pronto recibió la noticia. El fuego seguía ardiendo ferozmente, y todos habían sido evacuados fuera del hospital. "¿Estás bien, Shar?", preguntó Eugene con ansiedad.
"¡Mami, papi, es mejor que nunca se aparten de mi lado!". Sebastian se hundió en los brazos de su madre. Sharon miró a su hermano e hijo, quienes estaban preocupados.
"Estuvimos a punto de quemarnos también. Gracias a Dios huimos lo suficientemente rápido".
"¿Cómo es qué de repente hay un incendio?", preguntó Eugene, desconcertado.
Los ojos de Sharon se nublaron. Ella miró a Simon antes de decir: "Fue Tammy...".
Eugene estaba desconcertado. "¿Qué quieres decir?".
Mientras decía esto, los bomberos salieron del interior del hospital, cargando una camilla. Encima de ella, podían ver algo carbonizado que tenía la forma de un ser humano.
"¿Qué es eso?". La poca luz de la calle no permitía que Eugene pudiera distinguir qué era eso.
Pero en su interior, Sharon sabía qué, o mejor dicho, quién era... No pudo evitar contener su respiración. El rostro de Simon también estaba tenso, y sus ojos estaban llenos de sentimientos encontrados. Lo habían adivinado bien. Esa cosa negra en la camilla, con apariencia humana, era Tammy... quien había sido completamente calcinada.
Jesse estaba arrodillado al lado de la camilla y gritaba en voz alta: "¡Señorita Tammy... Usted…! ¡¿Cómo terminó así?! ¡Murió miserablemente…!".
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