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Capítulo 957
Ella no esperaba que Penelope Zachary fuera la que luchara con ella por los derechos de custodia de Sebastian. Simon le sostuvo la mano y le dijo: “Me tienes a tu lado. No dejaré que se lleve a Sebastian”.
Sharon apoyó su cabeza en el hombro de él. “No tengo miedo de perder porque te tengo a ti”, dijo ella.
La mirada del hombre se volvió sombría mientras bajaba la voz y decía: “Me alegro de que confíes mucho en mí”. Él luego le levantó la barbilla y se inclinó para besarla en los labios.
El día del juicio, Sharon y Simon llegaron puntualmente. Sebastian también estaba con ellos. El abogado que habían contratado les dijo que Sebastian ya había crecido. Por lo tanto, su opinión también era muy importante en el tribunal. Justo cuando se preparaban para entrar en el tribunal, se toparon con Penelope.
“Pensé que no te atreverías a venir aquí”, le dijo Penelope a Sharon en un tono frío y burlón.
“¿Por qué no me atrevería a venir?”, preguntó Sharon con confusión.
Penelope hizo una mueca burlona y dijo: “Eres muy descarada. Más tarde le contaré a todos lo que has hecho cuando comience el juicio”. Después de hablar, su mirada se posó en el hombre de la silla de ruedas. Ella se volvió aún más despectiva. “¿Cómo te atreves a traerlo en una ocasión como esta?”, preguntó ella. Su mirada reflejaba lo mucho que menospreciaba a Simon. Después de todo, ella pensaba que él era un chico lindo que dependía del dinero de Sharon.
Sharon pensó que la elección de palabras de Penelope era muy extraña. Parecía que Penelope tenía en sus manos algo que podía ser utilizado en su contra.
“Penelope, vas a ir contra mí en la corte. No debería importarte a quién traigo, ¿verdad?”, preguntó Sharon cortésmente.
Penelope se rio fríamente y dijo: “Es bueno que lo hayas traído”. Sharon no podría negar sus acusaciones más tarde.
“Tía, ¡¿por qué eres tan despreciable?! Te he dicho que no quiero ir contigo de vuelta a la casa de los Zachary. ¿Por qué no te das por vencida?”, preguntó Sebastian con rabia.
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