Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 967

Una expresión desagradable se formó en el rostro de Fern mientras el hombre seguía hablando: “Ya que crees que estás vendiéndote de todos modos, no deberías molestarte si te vendes a mí”.

Ella sintió ganas de maldecirle. “¡Eres un psicópata!”.

Él la cargó en brazos antes de que ella pudiera luchar contra su agarre y la llevó directamente hacia el salón de la oficina. Fern miró con enojo la cara despreciable de Eugene. Ella estaba tan enfadada que su cara y su cuello estaban enrojecidos. Al momento siguiente, Eugene la arrojó sobre la cama del salón.

“¡Eugene Newton, te odio!”. Después de que ella soltara esto, Eugene le cubrió la boca con la suya. A él no le importaba si ella lo odiaba o no. Sin importar lo que él hiciera, ella siempre lo odiaría.

...

Sharon pensó que Penelope se calmaría después de perder el juicio. Además, ella también había optado por dejarla libre de culpa al no presentar una denuncia policial. Sin embargo, se equivocó...

Su teléfono vibró mientras formulaba una nueva fragancia en el laboratorio. Ella contestó la llamada de inmediato al ver que era de su hijo.

Sebastian gritó con pánico tras conectarse la llamada: “¡Mami, rescátame!”.

El corazón de Sharon dio un vuelco.

“¿Qué ocurre, Sebastian? ¿Qué ha pasado?”.

Sebastian se frotó los brazos adoloridos por haber sido sujetados con tanta fuerza por los guardaespaldas. Con una expresión de frialdad en su rostro, él preguntó con furia: “¿Qué pretendes otra vez, tía? Ya estás muy vieja. ¿No puedes dejar de hacer estas cosas?”.

“¿Quién te ha enseñado a hablar así?”, preguntó Penelope con severidad y una expresión rígida en su rostro. “¡Tu revoltosa madre debe haber sido una mala influencia para ti!”.

“¡¿Cómo te atreves a hablar mal de mi mamá otra vez?!”. Sebastian resopló con enojo mientras cruzaba los brazos frente a su pecho.

“Ya que has vuelto, te quedarás aquí a partir de hoy. Te enseñaré a comportarte correctamente y te criaré para que te conviertas en un hombre capaz y sobresaliente como tu padre”, dijo Penelope.

Sebastian tuvo ganas de poner los ojos en blanco. “¿Hasta cuándo vas a seguir con tus ilusiones, tía? ¿Quién ha dicho que voy a volver a vivir aquí? No creas que te voy a hacer caso obedientemente solo porque has conseguido que me traigan a la fuerza. Mi papi y mi mami vendrán pronto a rescatarme”, dijo él.