Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 998

Claude no pudo evitar reír internamente al mirar los ojos de ciervo de Candace; eran claros como el día, pero estaban en alerta máxima. ¿Quizás lo consideraba una mala persona?

“No lo malinterprete, señorita. El tío Claude es el guardaespaldas de mi papi. No es un mal tipo”. Sebastian sintió que esto podría salir muy mal. No debía permitir que la señorita White tuviera una impresión terrible del tío Claude.

"¿Guardaespaldas?". Candace los miró a los dos con recelo. “¿Acaso los guardaespaldas pueden llevar armas de fuego?”. Después de todo, el padre de Sebastian no era una figura pública. "Entonces, ¿qué hace tu papá para ganarse la vida?".

Candace solo había visto a Simon una vez antes. Recordó que estaba sentado en una silla de ruedas y tenía un rostro devastadoramente atractivo con una expresión indiferente que exudaba un aura fuerte. “Tu papá no es un criminal, ¿verdad?”. Candace comenzó a hacer sus propias conjeturas.

“¡Mi papi es una buena persona! ¡Él no hace cosas malas!”. Sebastian pensó que llegó a estas conclusiones debido a que era una profesora de literatura, así que lo atribuyó a una supuesta gran imaginación suya.

"Entonces, ¿por qué el guardaespaldas de tu papi tiene un arma de fuego?". Candace parecía no poder entender esto.

Al ver que Sebastian no podía explicarlo, Claude intervino: "Soy del País M. No es ilegal portar un arma allá".

Candace miró a Claude de nuevo. No se imaginaba que él fuera del País M, pero había oído que la posesión de armas estaba permitida en ese país. "¿Así que eres un guardaespaldas que fue contratado por su padre en el País M?".

Claude pensó por un momento antes de responder: "Algo así". A decir verdad, fue Summer quien lo había contratado. A ella le preocupaba que Simon estuviera en peligro mientras estaba en la Mansión Chester, por lo que le pidió específicamente que protegiera a Simon en secreto. Con el tiempo, se convirtió en el guardaespaldas secreto de Simon.

Después de preguntar más sobre la identidad del hombre, Candace respiró aliviada, pero recordó que él tenía el brazo herido. Aunque se sentía intimidada por la herida ensangrentada, igual ofreció audazmente: "¿Necesitas mi ayuda?". Después de todo, había resultado herido al salvarla.

"No es necesario". Claude pudo ver lo asustada que estaba la mujer. Además, vendar heridas era algo común para él. Claude vendó rápidamente su herida sin fruncir el ceño y salió del coche. Su mirada profunda e insondable se dirigió fijamente a Candace mientras decía: "Baje, por favor".

Fue entonces que Candace se dio cuenta de que debía ir a casa. "Gracias por salvarme". Una vez que Candace salió del coche, miró al hombre frente a ella con escrutinio, solo para darse cuenta de lo alto que era. Tuvo que mirar hacia arriba para poder ver bien su rostro.