Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 999

"Señorita, ¿entonces eso significa que usted y el tío se volverán a encontrar algún día?". Sebastian siempre estaba buscando una oportunidad para emparejarlos.

Candace le dijo de una manera relajada: "Así es". Después, se dio la vuelta para entrar por la puerta principal con una sonrisa.

Sebastian cruzó las manos sobre el pecho y le dio un codazo a Claude mientras decía: “Tío, parece que tu acto heroico funcionó esta vez. La señorita Candace tiene una buena impresión de ti ahora, así que no resultaste herido en vano”.

Algo pareció congelarse en los ojos de Claude, y no había ninguna expresión de alegría en su rostro. Una persona como él podría perder la vida en un día cualquiera. Sería mejor para él no involucrar a una buena chica en su vida. Lo más adecuado era estar solo.

…

Cuando Candace estaba en clase al día siguiente, un oficial de policía fue a buscarla. Ella sintió que su corazón comenzó a latir muy fuerte. Sebastian los siguió a escondidas y se escondió detrás de una esquina del pasillo para escuchar al oficial de policía interrogarla.

“Recibimos un informe de que hubo un disparo en un callejón cerca de su casa anoche. Los vecinos cercanos escucharon su voz en la escena del crimen. Por favor, venga con nosotros para cooperar con la investigación”, dijo el oficial de policía.

Candace explicó de inmediato: “Hubo cuatro matones que querían robarme anoche, y alguien pasó por allí y me rescató. A decir verdad, no estoy segura de quién era o qué sucedió exactamente”. No podía hablarles de Claude.

“Por favor, acompáñenos a la estación de policía para hacer un informe”, dijo el oficial de policía. Candace no tuvo otra opción que ir con ellos.

Sebastian pensó: '¡Rayos! ¿Puede la señorita White manejar el interrogatorio del oficial de policía por su cuenta?”. Después de ver a la señorita White irse con los oficiales de policía, Sebastian fingió tener dolor de estómago. Llamó a Claude para que lo recogiera de la escuela, pero no se esperó que Simon lo acompañara también.

Sebastian abrió la puerta del coche y exclamó de inmediato: “¡Malas noticias, tío! ¡La policía pasó y se llevó a la señorita White!”. Pero apenas dijo esto, se dio cuenta de que su papi estaba sentado en el coche, por lo que quedó estupefacto por un momento.

“¿No dijiste que te dolía el estómago? ¿Así que estás mejor ahora?”. Simon lo miró con una media sonrisa.

"¿Por lo de anoche?".

"Sí. Me temo que ella no podrá manejar bien el interrogatorio y terminará hablando de ti. ¿Por qué no te escondes por un tiempo?”. Sebastian solo estaba preocupado por Claude.

Claude solo conducía el coche, por lo que su mirada estaba centrada en la carretera. Después de unos momentos de silencio, dijo: “No es necesario. Yo creo en ella”. Por alguna razón, creía que ella no lo delataría.

"¿De qué están hablando ustedes dos?", preguntó Simon con el ceño fruncido, curioso de cuándo se habían vuelto tan amigos estos dos.

“¿Qué tal si nos haces un favor, papi? Depende de ti que el tío Claude pueda mantener su perfil bajo y seguir libre”. Sebastian se acercó de repente a su padre y parpadeó lastimeramente.

Simon entrecerró los ojos y dijo: "Ve al grano".