Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 11

Punto de vista de Kelly

Había empacado ya mis cosas y estaba esperando que mi conductor me ayudara a recoger mi equipaje. Me encontraba en la puerta principal cuando escuché un fuerte golpe en la cocina. Mi frente se arrugó mientras miraba la entrada de la cocina. La luz no estaba encendida, así que no pude ver si había alguien allí.

"¿Pierce?", llamé, mientras comenzaba a caminar lentamente hacia la cocina.

"Kels…" Una voz familiar murmuró mi nombre e inmediatamente presioné el interruptor de la luz.

Jadeé cuando vi a Pierce sentado en el suelo, tirándose de los cabellos. Parecía realmente dolorido e inmediatamente gimió cuando la luz inundó toda la cocina.

"Kels, la luz... por favor..."

Sin decir una palabra, apagué la luz y caminé hacia él. Me senté a su lado y me agarré de sus rodillas.

"¿Te duele la cabeza?"

El asintió. "Mmmhhhh..."

"Te traeré tu medicina…"

Estaba a punto de irme cuando me agarró la mano y me acercó más. Su frente descansaba sobre mi hombro y se apoyaba en mí como si fuera lo único que necesitara. Esto es lo que siempre hacía cuando le atacaba la migraña. Solía venir a mí y dormía en mis brazos hasta que se mejoraba.

"Pierce, tu medicina..."

"Yo... Ya la he tomado…"

Pude respirar con tranquilidad al escuchar aquello. Puse mis manos en su espalda y comencé a darle suaves palmaditas en la espalda, consolándolo.

"¿Puedes… quedarte… esta noche?", preguntó con voz ronca.

Nunca pude decirle que no cuando usaba esa cara para suplicarme. Suspiré y asentí. Dejé que el conductor llevara mi equipaje a mi condominio y regresé con Pierce. Acaricié su mejilla, secándole el sudor. Su camiseta estaba empapada de sudor. Incluso su cabello estaba mojado.

"Vamos arriba", le susurré al oído.

"No sé qué hacer, Kelly. Extraño a mi abuela, pero ella no quiere hablar conmigo."

Acaricié suavemente su cabello. "Tarde o temprano lo entenderá."

"No lo sé. Siento que los estoy perdiendo a todos. Siento que... te estoy intercambiando a ti y a mi familia por la mujer que realmente amo."

Cerré los ojos con fuerza. "No sé si eres tan inocente, Pierce, o si eres puramente tonto. Por supuesto que me perderás. Elegiste perderme", me dije.

No volví a hablar después de eso. Se quedó dormido en mis brazos y tuve que pedirle al guardia que me ayudara a llevarlo a la cama. Me quedé mirando su hermoso rostro después de ponerle una manta. Tuve que quedarme aquella noche porque sabía que no podría dormir en mi nueva casa si lo dejaba en esas condiciones.

Dormí en la habitación de invitados y me desperté a las 5 de la mañana. Me bañé y fue cuando me di cuenta que mi ropa ya no estaba allí. Me palmeé la frente y fui al dormitorio principal con solo una toalla de baño alrededor del cuerpo.

Pierce se quedó helado en la cama tan pronto como me vio. Acaba de despertarse y tenía el cabello muy desordenado.

Sus labios se separaron mientras miraba mi cara. "Tú… Estás aquí… No fue un sueño…"

Miré en su armario. "¿Puedo tomar prestado algo de ropa?"

Se aclaró la garganta e inmediatamente asintió. "Si seguro. Yo solo... Me daré un baño."

"Bien", asentí.

"Eh, Kelly..."

"¿Mmm?"

"Gracias. Por quedarte."