Resumo de Capítulo 0131 – Uma virada em UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Day Torres
Capítulo 0131 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrito por Day Torres. Com traços marcantes da literatura Romántica, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Al día siguiente Andrea y Zack subieron al avión con destino a Lucerna en silencio. Zack miraba por la ventanilla, con cara de pocos amigos. Andrea se sentó a su lado, observando su perfil con confusión. Quería preguntarle qué le ocurría, qué pasaba por su cabeza, pero algo en su expresión la detenía.
—¿Estás bien? —preguntó Andrea pero no obtuvo una respuesta inmediata.
Zack solo apretó su mano y negó.
—No... la verdad no, pero lo estaré cuando lleguemos a casa.
La azafata interrumpió y le ofreció una bebida. Ella aceptó, necesitaba algo para aliviar la tensión. Dio un sorbo a la bebida, sintiendo cómo el calor se extendía por su cuerpo.
Zack se dio la vuelta y la miró directamente a los ojos.
—No sé qué hacer, Andrea —dijo con tristeza—. Siento que en este momento todas las opciones que tengo para escoger nos harán daño.
—¿Por qué dices eso, Zack? —le preguntó ella con preocupación, pero era evidente que Zack no estaba en su mejor momento para compartir.
Finalmente, el avión comenzó a descender. Llegaron a Lucerna y Andrea sintió una sensación de expectación mientras continuaban hacia el hospital. Pensó en el padre de Zack, el señor Nikola que tan ansiosamente estaba esperándolos.
Cuando llegaron al hospital, Andrea sintió un nudo en la garganta. La expresión de Zack se había suavizado y ahora parecía casi tranquilo, pero en el fondo casi podía sentir su espíritu revolviéndose. La cogió de la mano y entraron.
En la habitación el señor Nikola sonreía amablemente y sus ojos se iluminaron al ver entrar a Zack y Andrea.
Abrió los brazos de par en par y Zack le entregó a su nieta. Andrea sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas al ver el reencuentro. El señor Nikola se echó hacia atrás y miró a Adriana de arriba abajo, contemplando a la niña con ojos brillantes.
—Mi nieta —susurró—. Mi hermosa nieta.
Adriana le sonrió, tirándole del cabello y él volvió a abrazarla. Cuando se separaron, Andrea pudo ver que los ojos del Sr. Nikola estaban humedecidos por las lágrimas.
Andrea no podía dejar de observar la inmensa ternura que había en aquel hombre, junto con su enorme preocupación. Cuando lo vio acostar a Adriana en su cuna se acercó a él y lo rodeó con sus brazos.
—¿Te bañas conmigo? Estoy segura de que los dos lo necesitamos para sentirnos mejor.
Zack suspiró profundamente pero asintió con la cabeza. Un minuto después fuertes chorros de agua llenaban aquel jacuzzi y Zack desvestía a Andrea con la cabeza completamente en otra parte... hasta que vio aquel moretón.
—¿Qué te pasó aquí? —preguntó conteniendo el aliento.
—No es nada —susurró Andrea—. Me... me resistí cuando me llevaron al solitario y la guardia se puso un poco violenta.
Zack apretó los labios pasó saliva mientras la impotencia lo inundaba.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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