Resumo de Capítulo 0135 – Capítulo essencial de UN BEBÉ PARA NAVIDAD por Day Torres
O capítulo Capítulo 0135 é um dos momentos mais intensos da obra UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrita por Day Torres. Com elementos marcantes do gênero Romántica, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Durante un largo minuto, un minuto infinito y terrible Andrea cerró los ojos y trató de aceptar aquello. Tenía que hacerlo, no había otra opción. Zack estaba frente a ella consumido por la culpa, estaba segura de que eso jamás lo abandonaría, porque era un buen hombre, un hombre con una conciencia buena, así que olvidar que había causado una muerte, incluso indirectamente, no sería fácil para él. Así que lo único que podía hacer era intentar atenuar aquel sentimiento.
Se coló entre sus brazos y se apretó contra su pecho.
—Yo sé que solo querías protegernos. Lo sé, Zack —dijo con suavidad mientras se aferraba a él y le acariciaba la espalda—. Esto nunca nos dejará, pero no puedes culparte, porque si yo hubiera estado en tu lugar... quizás habría hecho lo mismo...
—O quizás no —murmuró él. Las lágrimas salieron con fuerza y se refugió más aún entre sus brazos.
—¿Sabes qué pasa? Los padres no tenemos elección —dijo Andrea jugando con su cabello—. Te has hecho cargo desde el principio, te has hecho responsable de su felicidad y la has protegido como ningún otro podría hacerlo. Eso es lo que te ha convertido en un verdadero padre para Adriana.
Zack se relajó un poco a sus palabras y la miró a los ojos.
—Ella siempre está primero —susurró.
—Así es, nuestra hija siempre está primero. Por eso te dije cuando apenas empezamos a conocernos que hay lujos que los padres no podemos darnos, y cuando se trata de proteger a nuestros hijos, la conciencia limpia es uno de ellos.
No era mentira, Zack había hecho todo lo que podía para cuidar de Adriana y para preservar su vida. Había estado allí en cada paso del camino demostrando un amor incondicional por la niña.
—Sigo amándote, Zack... —murmuró Andrea tomando su rostro entre las manos—. Lo que más me duele de todo esto es que no te sientas bien, pero te prometo que pasará, juntos podemos hacer que todo pase. ¿No es cierto?
Zack asintió en silencio y abrazó a Andrea con tanta fuerza que casi le impidió respirar. Ella se rindió por completo a sus brazos, y tuvo la certeza de que todo estaría bien algún día. Sus corazones sanarían a su debido tiempo y volverían a encontrarse como antes.
Salieron de la bañera y se acostaron por fin a descansar. Zack la rodeó con sus brazos y enterró la nariz en su cabello sintiendo cada latido de su corazón, mientras ella se acurrucaba sobre su pecho.
Durmieron así hasta que llegó la madrugada. Zack se despertó a mitad de la noche con un mal presentimiento, como si necesitara comprobar que Adriana estaba bien. Se sentó en la cama de inmediato y vio a Mason sentado a los pies de su cuna, mirándola con una expresión amenazante.
Su corazón se disparó mientras se lanzaba de la cama e iba a cargar a la niña para alejarla de él.
—No... no puede ser... Gazca me dijo... —murmuró retrocediendo y apretando a Adriana contra su pecho.
—¿Te dijo que estaba muerto? —rio Mason—. Nadie sabe de quién es un cadáver cuando se descompone en cemento.
—Adriana... Adriana... —murmuró Zack señalando la cuna y Andrea se detuvo junto a la cuna un instante, comprobando que seguía dormidita.
—Está bien, mi amor, la nena está bien —respondió presionando una toalla contra su nariz—. ¿Qué pasó? ¿Tuviste una pesadilla?
Zack solo tuvo que hacer un gesto afirmativo con los ojos para que ella comprendiera. Besó su frente y le sonrió con una expresión de consuelo.
—No te preocupes... yo sé cómo hacerte dormir —le dijo para tranquilizarlo, pero no le preguntó qué había soñado porque ya imaginaba con qué o quién había sido su pesadilla.
Esa noche Zack no volvió a dormir, y poco antes de que amaneciera se escabulló de la cama para hacer una llamada.
—¡Dime que sí es él, Gazca! ¿Están seguros...? ¿¡Qué tan seguros están!? —lo increpó con los nervios de punta.
—Zack, está más que comprobado, Mason Lee está muerto. Registros dentales, prueba de ADN, pero si no te convence hoy mismo me subo a un avión y voy a la morgue de Montreal para que me dejen verlo —le aseguró el abogado.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
When reading the parts containing images accompanied by random words, it feels really uncomfortable. Perhaps I and many readers will leave this website....