UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 142

Zack sonrió con desesperación.

—¡Por supuesto que la extraño, Ben...!

—¡Pues encuentra a tu jugador y regresa a casa antes de que te la encuentres vacía, Zack, no tientes a tu suerte! —le advirtió.

Zack respiró hondo y miró al cielo, plagado de estrellas en ese momento.

—Tienes razón, en cuanto cierre este trato voy a regresar. Si tengo suerte mañana o pasado podré negociar un contrato con Ambasi y luego regresaré a casa —decidió.

—Está bien, mantenme informado —pidió Ben solo para escuchar una explicación de Zack de por qué definitivamente no le informaría nada.

Al día siguiente saldría hacia pueblitos y comunidades alejadas donde comunicarse le sería más difícil.

En ese mismo momento las gemelas se despedían de su madre. Solo el señor Nikola no había sido puesto al tanto de todo lo que había ocurrido en Canadá, pero ahora lo mismo los chicos Keller que las gemelas estaban muy pendientes de Andrea y de la niña.

Chiara y Noémi llegaron de regreso a casa de Andrea con la bebé ya cenadita y dormida, y tocaron varias veces a la puerta, pero nadie les respondió.

—A lo mejor se quedó dormida —dijo Noémi y su hermana arrugó el ceño.

—Es que está raro... ni siquiera ha llamado en todo el día para ver cómo está la bebé. Estuvimos tan concentradas con papá que no me había dado cuenta —murmuró.

Chiara llamó con fuerza a la puerta, pero no recibió respuesta. Si Andrea realmente estaba dormida debía dormir como una piedra la condenada, así que Chiara decidió meterse por una ventana para entrar.

—Ni se te ocurra, ¡Qué vergüenza! Entrar sin permiso a casa de alguien... —Noémi trató de disuadirla y le decía que esperaran a la mañana siguiente, pero Chiara no escuchó razones.

—No te preocupes —le dijo—. Estoy segura de que no pasará nada malo. Lo mejor que puede pasar es que tenga a un toy boy escondido en el closet. Lo peor que puede pasar es que esté herida y en ninguno de los dos casos vamos a esperar a mañana para averiguarlo.

Cautelosamente Chiara abrió la ventana y trepó en la casa, mientras su hermana esperaba fuera. Su primer impulso fue mirar en la planta baja, pero estaba vacía y no encontró ninguna señal de ella. Lentamente, comenzó a subir la escalera y llegó hasta su habitación. Adentro todo parecía normal. Las luces estaban apagadas y todo estaba en silencio.

Chiara encendió la luz y respiró aliviada cuando vio a Andrea durmiendo sola en la cama.

—Hay que llevarla a un hospital lo antes posible —decidió, envolviéndola en una manta y levantándola en brazos para subirla a la camioneta—. Una de ustedes se va con Milo y la bebé a casa de mamá, la otra viene conmigo al hospital.

Chiara decidió llevarse a Adriana y Noémi se apresuró a seguir a Loan en su auto hasta el hospital. Inmediatamente admitieron a Andrea en urgencias y los médicos comenzaron a examinarla con prisa.

Le mandaron varios análisis y le colocaron un suero de medicamentos para controlar la fiebre.

—¿Ya saben qué tiene?

—No, mandamos a hacer algunos cultivos pero demorarán unas horas. —les dijo el médico a cargo del caso—. Lo que sí puedo decirles que por la persistencia y la elevación de la fiebre, es un caso de gravedad. Intentaremos averiguar lo que tiene con exactitud para poder tratarla lo antes posible.

Habiendo dicho esto llevaron a Andrea a una habitación privada y permitieron que Noémi y Loan se quedaran con ella durante la noche.

—Tenemos que hablarle a Zack —declaró la gemela y un minuto después no solo él, sino también Milo, Chiara y la señora Luana desde casa intentaban localizarlo a toda costa... sin éxito.