Resumo do capítulo Capítulo 0149 do livro UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Day Torres
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 0149, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance UN BEBÉ PARA NAVIDAD. Com a escrita envolvente de Day Torres, esta obra-prima do gênero Romántica continua a emocionar e surpreender a cada página.
Pasó mucho tiempo antes de que la respiración de Zack se normalizara, pero aunque se quedó dormido, en ningún momento dejó de rodearla con sus brazos.
Andrea le acarició el rostro con suavidad y le dio un beso. Recuperarse físicamente de todo lo que le estaba pasando era el primer paso. El segundo era recuperar a Zack de una vez por todas, pero para eso tenía que conseguir de regreso al hombre que había conocido, así que si él no se dejaba ayudar, entonces tendría que obligarlo.
Los chicos y chicas Keller fueron pasando por allí a lo largo del día. La señora Liana fue también para llevar a Adriana y Andrea se acurrucó un rato con su nena, escuchando todas esas palabras de consuelo que solo una mujer con la edad y la experiencia de Luana podía darle.
—El médico dice que quizás mañana en la tarde podré llevarte a casa —murmuró Zack esa noche—. El resto del tratamiento será en pastillas, así que en casa estarás más cómoda.
Andrea sonrió con suavidad.
—Voy a estar cómoda en cualquier lugar que tenga colchón. Me siento... débil —murmuró.
—Lo sé, pero te prometo que te vas a sentir mejor, ¿sí? —replicó él besándola en los labios—. Vas a sentirte muy bien y... vamos a buscar la manera de arreglarlo todo. Ya verás.
Andrea asintió con un suspiro. Podía decirle todo lo que pensaba o podía actuar. Y de las dos cosas prefería lo segundo, pero tenía que pensar muy bien en su siguiente movimiento, porque el resto de su vida dependía de eso.
Al día siguiente en la tarde el médico les dio la buena noticia.
—Ya puedes irte a casa, Andrea, pero dentro de una semana debes venir para hacerte nuevos exámenes y asegurarnos de que todo sigue en orden, ¿de acuerdo?
Ella asintió y permitió que Zack la llevara a casa. Al llegar Andrea se sorprendió, porque toda la familia estaba allí. Los Keller la recibieron con una pequeña cena para celebrar su recuperación.
—Bienvenida a casa, cariño —le dijo Luana con un abrazo—. Estamos muy felices de verte de vuelta, mejorando.
Estaban todos ahí para ayudarla, y se sentía agradecida por tenerlos a todos juntos sin importar lo que sucediera. Habían pasado muchas cosas malas, pero ese momento solo le traía paz al darse cuenta de que ya no estaba sola.
—Es que nunca hemos resuelto nada, Zack. Tú eres un corredor —replicó ella—. Resuelves las cosas cuando están mal, pero es como si luego simplemente... te saturaras y desapareces.
—Andrea te dije que solo sería por poco tiempo...
—Por el que fuera, te fuiste —murmuró ella—. Elegiste irte en lugar de quedarte a pelear conmigo y te entiendo, te juro que te entiendo, para ti es mejor alejarte y digerir las cosas que quedarte y hacer algo que quizás me lastime pero... Lo siento, el hecho de que te entienda no quiere decir que pueda aceptarlo.
—Andrea...
—Yo también quiero salir corriendo. Yo también me siento asfixiada y desesperada por las circunstancias pero no puedo salir corriendo porque tengo una hija que depende de mí... y tú olvidaste eso cuando te fuiste —murmuró ella y Zack se mesó los cabellos, pero no habló porque justo lo que estaba pensando ella lo adivinó primero—. Es cierto que esta vez no nos dejaste desamparadas... pero tu ausencia no se compra con dos millones de dólares, Zack.
Él apretó los labios mientras se limpiaba la cara, por la que caían numerosas lágrimas.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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