Resumo do capítulo Capítulo 0158 de UN BEBÉ PARA NAVIDAD
Neste capítulo de destaque do romance Romántica UN BEBÉ PARA NAVIDAD, Day Torres apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Andrea lo sintió enredar una de sus manos en sus cabellos y gritó por el latigazo de dolor cuando su miembro la penetró con dureza.
—¿Así le gusta, jefa? —ronroneó y Andrea sentía que iba a llorar si no terminaba en aquel mismo momento.
—¡Por Dios, no pares!
Podía sentir cada embestida dura y honda mientras respiraba furiosamente contra su cuello. Su miembro la taladraba con ferocidad una y otra vez, creando un sonido seco y excitante mientras Andrea olvidaba el mundo y empezaba a gritar.
—Córrete para mí, nena —Zack gruñó su orden y ella no pudo hacer más que obedecer—. ¡Córrete, Andrea! ¡Ahora!
El placer que sentía cuando él la invadía no tenía comparación. Todo su sexo se aferró a él mientras sus caderas se movían con violencia, forzando su miembro a fundirse con el cuerpo de Andrea. Su mente se desconectó de la realidad mientras su cuerpo se estremecía bajo la intensa presión y el clímax arrasó con los dos como un terrible vendaval.
Por un largo instante los dos se quedaron allí, jadeando, intentando sobrevivir a aquella ola de placer y luego Zack la arrastró con él al suelo, dejándola descansar sobre su pecho.
—¿Estás bien? —preguntó apartándole un mechón de cabello y encontrando su boca con un beso dulce.
—Te mereces un ascenso —sonrió ella apoyando la mejilla sobre su piel y cerrando los ojos—. Decidido, me mudaré permanentemente a esta oficina y te haré trabajar horas extra durante siete días a la semana.
Zack levantó su barbilla y la miró a los ojos.
—Tú puedes hacer lo que quieras conmigo, Pastelito, para eso soy tuyo —le dijo y ella lo besó con una mezcla de alegría y paz que hacía mucho tiempo no sentía.
—Vas a tener que cargarme a casa... no puedo caminar.
Zack sonrió como si se hubiera llevado un premio y de ahí en adelante la trató como a una niña, vistiéndola, cargándola y consintiéndola como tantas ganas tenía de hacer.
Por desgracia el sexo había sido genial y la cena que le siguió fue maravillosa, pero todavía no tenía permiso de quedarse, así que Zack no tuvo más remedio que irse a su casa y esperar ansioso a que llegara el día siguiente para poder ver a su jefa de nuevo.
Pocos días pasaron en los que intentaban acondicionar todo en la oficina y comenzaban a contratar a los primeros empleados, y luego llegó el gran día.
—Ella no vino —respondió su hermano.
—A lo mejor ya no quiere o no puede seguir con ese juego, Loan...
—¡No, no es eso, escucha...! ¡Ni siquiera la vi entre los competidores! Creo que no vino al campeonato —lo interrumpió Loan.
—Bueno... lo lamento. Pero los deportistas también se retiran.
Loan pasó saliva y apretó los puños con frustración.
—No, Zack, tú no entiendes... A Danna le pasó algo, estoy seguro.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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