UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 211

Atualize Capítulo 0211 de UN BEBÉ PARA NAVIDAD por Internet

Com o famoso romance UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Internet, que faz os leitores se apaixonarem por cada palavra, mergulhe no capítulo Capítulo 0211 e explore anedotas de amor misturadas com reviravoltas surpreendentes. Os próximos capítulos da série UN BEBÉ PARA NAVIDAD estarão disponíveis hoje?
Senha: UN BEBÉ PARA NAVIDAD Capítulo 0211

—¿Tú estás enamorada de mí?

Parecía una pregunta simple pero no lo era.

Danna se quedó en silencio un momento, tratando de analizar sus sentimientos. Ella sabía que Loan la quería y era un buen padre para Mauro, pero no podía fingir algo que no era verdad.

Finalmente respondió con un suspiro:

—Tú me gustas mucho, Loan, de verdad...

Loan asintió con tristeza y soltó su mano.

—Eso no fue lo que te pregunté, pero supongo que ya tengo tu respuesta... —murmuró él.

—Tú tampoco estás enamorado de mí —dijo ella con más firmeza de la que Loan esperaba—. No te engañes, traes el subidón de todo lo que pasó, pero no puedes estar enamorado de alguien que no conoces... y nosotros no nos conocemos... hasta hace una semana yo ni siquiera sabía tu apellido y tú...

—Yo sabía un poco más de ti —la interrumpió Loan—. Te estuve siguiendo en los campeonatos... pero tienes razón, no es suficiente.

Danna hablaba con sinceridad, él lo había visto en sus ojos claros; sin embargo, no se veía con ánimo de aceptarlo.

—Loan... realmente te aprecio mucho como el padre de mi hijo, y la química que tenemos... ¡por dios, es increíble! A los dos nos encanta, las chispas no se han ido... pero sexo y un hijo no alcanza para construir una vida juntos, tiene que haber más.

Él apretó los labios y respiró profundo, pensando en cómo iba a encajar todo aquello de ahí en adelante. Tiró de su mano y la abrazó con fuerza antes de besar su frente.

—OK, mensaje captado, pelirroja, pero solo para que sepas... aunque algunas cosas vayan a cambiar, no se me va a quitar lo posesivo, ¿de acuerdo? —sonrió.

Danna le puso los ojos en blanco y negó.

—Jamás esperé eso —rio también y se colgó del brazo de Loan para hacer el camino de vuelta a casa.

Tenían un hijo, esa era la prioridad, que los tres estuvieran bien y que como papás pudieran disfrutar de la infancia de Mauro, pero lo que pasara en adelante no dependía del niño sino de ellos mismos.

Cuando toda la familia se retiró a dormir Loan se quedó un rato en la terraza, hasta que alguien puso una taza de chocolate caliente frente a él.

—Le puse malvaviscos —lo tentó Luana y él sonrió.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD