UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 218

Estaba a punto de sonreír porque reconoció el número nuevo que tenía Danna, pero la voz que escuchó del otro lado fue la del señor Roux.

—Señor Keller, es mejor que venga, algo pasó con Danna.

Loan sintió que el corazón le subía a la garganta al pensar que Danna se había lastimado, y condujo apresuradamente hacia el rink. Cuando llegó ella estaba en una esquina del hielo, llorando con las rosillas abrazadas, pero su entrenador no se le acercaba.

—¿Qué demonios pasó? —rugió Loan—, pero antes de que pudiera acercarse el entrenador lo detuvo.

—Calma, se cayó en un giro, pero no se lastimó.

—¿Entonces qué le pasa...?

—Está teniendo un ataque de pánico —le explicó el señor Roux y Loan se quedó paralizado.

—¿Un...? ¿Por qué?

—Eso te quería preguntar. Le pedí que me mostrara sus giros, ninguno complicado, solo los básicos, pero cuando llegó al axel se cayó. Esperaba cualquier cosa menos que se pudiera así, pero parece que hay un asunto ahí con el que tiene que lidiar. ¿O me equivoco?

Loan respiró profundo mientras se llevaba dos dedos al puente de la nariz.

—Cuando Danna estaba embarazada la obligaron a seguir entrenando, se cayó y casi pierde a nuestro hijo. Honestamente no sé con qué giro fue... pero supongo que si algo la está afectando es eso.

El entrenador arrugó el ceño y cruzó los brazos con molestia.

—Está bien, comprendo. Ahora mejor llévela a casa, mañana a las nueve la espero aquí para retomar donde nos quedamos —declaró Roux y Loan lo miró con curiosidad.

—¿Se va a quedar con Danna? —quiso confirmar.

—Bueno, ella tiene un propósito, estos solo son baches en el camino —sonrió el viejo—. Si nos rendimos al primero, ¿qué clase de personas seríamos?

Danna se acercó a ellos, pero la sonrisa que llevaba en el rostro, aunque era sincera, continuaba siendo insegura.

—Siento que el cuerpo me pesa, que no tengo sobre él todo el control que debería —suspiró con sinceridad—. A veces quiero frenar un giro y no lo consigo del todo... ¿Y si es eso? ¿Y si estoy pasada de peso? —le preguntó al entrenador.

—Hija, si pesaras menos te llevaría el viento... y quizás eso sea lo que pasa. Hay perdido masa muscular y por eso has perdido parte del peso que necesitas para dominar una rutina en solitario. Recuperarlo no será sencillo, necesitaremos meses de un cambio de alimentación y ejercicio... o podemos usarlo a nuestro favor.

Danna y Loan lo miraron la interrogación bailándole en los rostros.

—¿Cómo? —preguntaron al unísono.

—Bueno, el hecho de que estés tan ligera podría servirnos... si estás dispuesta a hacer patinaje de parejas.