Resumo de Capítulo 0230 – Capítulo essencial de UN BEBÉ PARA NAVIDAD por Day Torres
O capítulo Capítulo 0230 é um dos momentos mais intensos da obra UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrita por Day Torres. Com elementos marcantes do gênero Romántica, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
—Todo parece indicar que dejó Escocia —le dijo Sibar casi diez días después—. Compró un billete en el tren y lo abordó, pero la verdad es que no podemos asegurarlo, pudo haberse bajado en cualquier lugar.
—Entonces seguimos con el plan original. Hasta que no veamos a ese tipo asomar su cabeza muy lejos de aquí, sigues siendo responsable de la seguridad de Danna —declaró Loan.
—Entendido, señor.
Eso también quería decir que seguiría durmiendo en la casa de Danna. Tenía su propia habitación allí, pero la verdad era que siempre acababan durmiendo juntos aunque fuera encima del sofá.
Aquel día en particular Danna y Ted estaban dando los últimos toques a la rutina y todo parecía salir de maravillas. Todavía no dominaba los saltos más peligrosos, pero era evidente que iban por buen camino. En el festival habría excelentes patinadores de toda la región, pero no era una competencia, sino una exhibición.
Estaba a punto de despedirse de Ted y del entrenador cuando sus ojos recorrieron las gradas buscando a su guardaespaldas y en lugar de eso se encontraron a otra persona.
Su corazón se estrujó al ver la figura vestida de gris. Todo en ella siempre había sido gris, oscuro, falto de color.
—Mamá —susurró Danna acercándose a la barda y Ailsa hizo lo mismo del otro lado.
—Hija...
Ailsa avanzó lentamente hacia ella, sus pasos eran cautelosos como si temiera ser rechazada. Las dos se miraron, pero solo una de ellas tenía los ojos llenos de lágrimas.
—¿Qué haces aquí, mamá? —preguntó achicando los ojos mientras la veía sorberse las lágrimas.
El problema era que Danna no se tragaba ni una de ellas.
—Yo... ¡hija, no sabía que estabas viva! —dijo abriendo los brazos pero Danna patinó brevemente hacia atrás—. ¡Danna...!
—Creo que lo que realmente me interesa es cómo supiste que yo estaba viva. ¿Quién te lo dijo, mamá?
Ailsa pasó saliva y negó.
—Emil me llamó para reclamarme, me dijo que yo te estaba escondiendo...
—Iré a verte cuando esté lista para hacerlo, y conocerás a tu nieto cuando yo esté convencida de que te lo mereces y créeme que ahora no es ese momento —replicó Danna con tono firme—. Vete a Escocia, mamá.
—¡Danna! ¡Por favor, hija te lo suplico! —Ailsa levantó la voz y todos los que estaban en el rink procuraron desaparecer de inmediato.
Solo alguien seguía escuchándolas desde la puerta. Loan le entregó el bebé a Sibar y le indicó que saliera.
—¿Está todo bien? —preguntó con rostro severo y las manos metidas en los bolsillos.
Ailsa lo miró por un instante y se echó a llorar.
—¡Usted es el hombre que fue a buscarla a la casa! ¿Verdad? ¿Usted la encontró? —preguntó entre sollozos mientras Loan asentía y trataba de comprender la escena—. ¡Solo quiero pedirle perdón! ¡Sé que lastimé a mi hija, pero las madres también nos equivocamos! ¡Danna, por favor! ¡Ustedes son todo lo que me queda en el mundo!
Danna la miró por un instante a los ojos y apretó los labios.
—Tú también fuiste una vez lo único que yo tenía —sentenció—. Y voy a decirte lo mismo que me dijiste: deja de llorar que no me trago ese drama, ahora ya no hay vuelta atrás.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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