UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 229

Danna respiró hondo, con la mente llena de preguntas sin respuesta. El corazón le latía tan fuerte que le dolían los oídos. ¿Tendría el valor suficiente para preguntar aquello? ¿Cómo reaccionaría él?

Loan estaba de pie frente a ella, mirándola con una expresión de curiosidad.

—Claro, pelirroja, trataré de decir que sí —le aseguró.

Danna se humedeció los labios y pasó saliva, con el corazón en la boca.

—Bueno... quería saber si tú... bueno si tú... ¿Quieres ser mi novio? —dijo con suavidad.

Loan se quedó sorprendido, como si en lugar de eso lo estuviera echando.

—¿Eh?

—¿Eh?

Danna pestañeó nerviosa y Loan sonrió.

—¿Es en serio? —murmuró.

—¿Te parece que sea la clase de persona que juega con eso? —protestó ella.

—¡No...! Pero es que no me lo creo, ¿por qué quieres preguntarme eso? —dijo con cautela.

—Bueno... es que realmente creo que deberíamos intentar tener una relación —dijo ella mirándolo a los ojos—. ¡Y no lo digo solo por Mauro! Es que... te extraño cuando no estás. No sé si esto es solo gusto, chispas o sexo o amor, pero quiero intentarlo.

Loan no podía creerlo. Estaba a punto de preguntarle otra vez si decía la verdad, pero ella parecía tan nerviosa que tenía que ser cierto.

—Tengo que pensarlo —respondió y vio que ella dejaba de respirar por un segundo—. ¡Mentira, no tengo que pensar nada! —rio levantándola contra él para besarla—. Ni loco te diría que no, pelirroja, ni loco.

Danna lo golpeó en el hombro, pero luego lo abrazó y unió sus labios con los suyos en un beso urgente.

El corazón de Loan comenzó a latir más rápido mientras se daba cuenta de que aquello era real. Él ya se había enamorado de ella, era inútil negarlo, pero no se había atrevido a decírselo para no presionarla. Y ahora, de repente, ella estaba allí, pidiéndole que fuera su novio.

—¿Estás segura de esto? —preguntó Loan, mirándola a los ojos.

—Sí —dijo Danna con firmeza—. Pero eso no quiere decir que vayamos a vivir juntos y ya. ¡No, eh! Solo somos novios.

—De acuerdo —respondió Loan con una sonrisa—. Lo haremos todo con mucha formalidad. El noviazgo de la manita sudada y todo eso.

—¿Solo la manita?

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