Resumo do capítulo Capítulo 0238 de UN BEBÉ PARA NAVIDAD
Neste capítulo de destaque do romance Romántica UN BEBÉ PARA NAVIDAD, Day Torres apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
—Tenemos una llamada al teléfono fijo de la casa. Parece ser que es Emil Landou —les dijo y los dos salieron corriendo hacia el salón.
—No des información, solo pregúntale lo que quiere, cómo, cuándo y dónde. Y pide una prueba de vida, pide hablar con Danna —le explicó Jhon antes de ponerse los auriculares para escuchar a través de la línea intervenida.
Apenas Loan levantó el teléfono cuando se oyó la voz rasgada y fría de Emil Landou.
—¿Te estás haciendo de rogar, Keller? ¿O es que no te importa tanto la madre de tu hijo? —siseó con tono venenoso.
Jhon le hizo una señal a uno de sus hombres, que inmediatamente se pusieron a rastrear la llamada.
—¿Qué es lo que quiere, Emil? —Loan intentó mantener el control.
—¿Acaso no sabes leer? —espetó el hombre con desprecio.
—Sí, sé leer, pero solo quería confirmarlo. ¿Cinco millones? —preguntó Loan y Jhon le hizo una señal de que siguiera hablando para dar tiempo al rastreo.
—Exacto, cinco millones si quieres recibir de una pieza a tu mujercita —gruñó Emil con evidente molestia.
—Necesito una prueba de vida —pidió Loan con los puños apretados—. Quiero hablar con Danna. Déjame hablar con ella.
Del otro lado se hizo un largo silencio.
—¿Y qué tal si me suplicas? —preguntó Emil y Jhon le abrió los ojos a Loan para que no se dejara ganar por el coraje.
Finalmente lo vio despegar los labios.
—Te lo suplico, Emil, déjame hablar con Danna, por favor —murmuró y escuchó una risita satisfecha.
—Pues si lo dices así ¿cómo negarme?
Un segundo después solo se escuchó sonido de ambiente y algunos pasos. Una silla. Algo que sonaba como un ventilador demasiado fuerte y luego un golpe seco y un grito ahogado.
—¡Vamos Dannita, despierta que tu novio quiere hablarte! —siseó Emil poniéndole el celular en el oído y Loan solo la escuchó llorar y respirar fuerte.
—¿Danna? ¿Danna...?
—Mi hijo... —escuchó su voz—. ¡¿Cómo está mi hijo, quién lo tiene?!
—¡Yo lo tengo, Danna! ¡Yo lo tengo...! —exclamó él mientras del otro lado solo se oían forcejeos.
—Eso, calladita te ves más bonita —rio Emil volviendo al celular—. No te preocupes, solo le puse una cinta en la boca, pero no la lastimé... bueno, no todavía.
—Sí, pero no te va a gustar la respuesta —respondió el hombre—. Mientras el celular estuvo encendido estaba en movimiento, de norte a sur, a bastante velocidad.
—Se oía como viento de fondo, como cuando se va en un auto —dijo otro de los que estaban escuchando.
—Un tren —murmuró Jhon entendiendo por qué había pedido que dejaran el dinero en uno—. Puede estar en el vagón de un tren.
—No de pasajeros —añadió otro de sus hombres—. No se arriesgaría a que lo descubrieran...
—Igual hay cientos de trenes de carga en movimiento en este momento —les recordó Jhon—. Vamos a armar un operativo, tú, quédate rastreando ese teléfono, si vuelve a encenderlo quiero saber dónde.
Las órdenes volaron en cuestión de minutos mientras Jhon armaba un equipo y poco después llegó Noémi con una maleta grande de dinero.
—Baja denominación, cinco millones en veinte kilogramos, fue lo mejor que pude hacer —le dijo a su hermano que parecía a punto de enloquecer, y Jhon se acercó a ellos, apurado.
—¡Wow, wow! ¡Espera ahí! ¿Esto qué es? —preguntó señalando a la maleta.
—Es el rescate, ya lo reunimos —respondió Loan y Jhon negó con vehemencia.
—Yo no te pedí que lo reunieras, y ni de broma vas a entregar eso —sentenció—. Si ese dinero sale de aquí te garantizo que no volverás a ver a Danna.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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