Resumo do capítulo Capítulo 0254 do livro UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Day Torres
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 0254, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance UN BEBÉ PARA NAVIDAD. Com a escrita envolvente de Day Torres, esta obra-prima do gênero Romántica continua a emocionar e surpreender a cada página.
—Danna está dormida ahora —sentenció—. Tengo tiempo.
Ailsa lo miró con tanto odio que Loan se dijo que sí, debía tener el instinto muy jodido para haber podido creer en las lágrimas de cocodrilo de una mujer que ni con la amenaza de muerte era capaz de arrepentirse o pedir perdón.
Tres horas después salía de aquella habitación y le devolvía la llave al agente de guardia.
—Puedes ir a descansar —le dijo—. Ya no hay nadie a quien cuidar.
Loan condujo de vuelta al hospital y antes de que llegara con la familia Jhon se le acercó.
—Solo para que sepas, mandé a mis hombres a trasladar el cuerpo de Emil al Black Hole, el horno debe haber terminado su trabajo, Danna no será acusada de nada —le dijo.
—Bueno, si te sientes bondadoso manda a que lo vuelvan a encender a ver si esta vez no me acusan a mí.
Jhon asintió mientras hablaba por teléfono con el agente que había dejado en el Black Hole y terminaba de cerrar el ciclo de aquel desastre.
Loan se sentó en la sala de espera y poco después lograba sonreír un poco al ver a su padre. El señor Nikola llegaba con Mauro en los brazos y Loan cargó a su hijo, dándole un beso en la cabecita antes de entregárselo a su madre para que se lo llevara a Danna. Sabía que ella no quería verlo por el momento y no iba a forzar eso justamente cuando Danna estaba tratando de recuperarse.
La señora Luana tocó solo una vez a la puerta de la habitación antes de entrar y a la muchacha se le iluminaron los ojos cuando vio a su hijo.
Se sentó en la cama y lo abrazó con ternura, mientras Luana agradecía al cielo porque los dos estuvieran vivos y juntos.
Danna arrugó el ceño al ver la cara de preocupación de la madre de Loan.
—¿Tienes miedo de que le haga daño a mi hijo? —preguntó.
—No, tengo miedo de que te hagas daño a ti misma —respondió Luana con sinceridad—. Has pasado por mucho. Eres una mujer inteligente, sabes que necesitas ayuda. Ahora viene una etapa muy difícil de fisioterapia para que recuperes tus piernas al cien por ciento, y sé que no quieres tener a mi hijo cerca. Así que yo voy a escucharte y te voy a pedir a cambio que me escuches. —Luana tomó su mano y la apretó con un gesto lleno de seguridad y de cariño—. Loan no vendrá con nosotros, así que te pido que por favor, vengas conmigo.
Danna pasó saliva. La doctora se lo había dicho y aunque no lo hubiera hecho ella podía sentirlo: sus piernas no estaban respondiendo bien. Quería llorar, ir y arrebujarse en el último hueco de la tierra porque se sentía demasiado pequeña e impotente, pero no podía. Tenía un bebé en sus brazos que era su responsabilidad y su mayor impulso. Aquella pesadilla debía tener un final y ella misma tenía que dárselo.
—Está bien... —murmuró arrancándole a Luana un suspiro de alivio—. Está bien, me iré con ustedes. Pero tienes que prometerme que Loan no va a venir.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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