Resumo de Capítulo 0267 – UN BEBÉ PARA NAVIDAD por Day Torres
Em Capítulo 0267, um capítulo marcante do aclamado romance de Romántica UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrito por Day Torres, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de UN BEBÉ PARA NAVIDAD.
Danna despertó de golpe cuando el aguacero comenzó a caer. Su grito despertó a Loan y el instinto la hizo retroceder hasta que su espalda golpeó contra el árbol. No era del todo consciente de lo que pasaba alrededor de ella, solo de que la lluvia golpeando con fuerza la había despertado.
Gritó asustada, sin poder entender por qué estaba en ese lugar extraño, rodeada de bosque, en medio de la noche y abrazada a un hombre...
—¡Soy yo! ¡Soy yo pelirroja! Tranquila, estás a salvo, estás conmigo.
Los ojos de Danna se llenaron de lágrimas al ver a Loan agachado frente a ella intentando quitarse la lluvia de la cara.
—¿Dónde estoy? —preguntó con pánico—. ¿Qué...? ¡¿Qué hago aquí?!
—Cálmate nena por favor —le pidió él—. No está pasando nada malo, te lo puedo explicar pero por favor, cálmate.
Sus gestos eran suaves y la luna estaba demasiado llena como para que ella pudiera ver la angustia en sus ojos.
—Loan... —murmuró y él alargó una mano despacio.
—Sí, pelirroja, soy yo. Cálmate. ¿Te puedo tocar? —preguntó él y la mano de Danna se separó de su cuerpo para ir a aferrarse a la suya mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y comenzaba a temblar.
—Loan ¿qué está pasando? ¿Por qué estamos aquí? —casi sollozó.
Él respiró profundamente y se limpió el agua que le estaba cayendo sobre el rostro.
—Nena, estás aquí porque has estado caminando dormida, y yo he estado siguiéndote desde hace unos días —le respondió él.
—¿Caminando...? ¿Qué quieres decir? —preguntó ella, aturdida.
—Pelirroja, has estado saliendo de la casa y viniendo aquí —le dijo él—. Lo haces dormida, estás teniendo episodios de sonambulismo.
Danna sintió que el corazón le palpitaba muy rápido en el pecho. La lluvia caía alrededor de ellos con tanta fuerza que ya estaban empapados y Loan le dio la mano, levantándola.
—Vamos, no podemos quedarnos aquí... —insistió y ella solo pudo asentir, echando a correr detrás de él bajo aquel aguacero torrencial.
—Tie-tienes q-que camm—cambiarte... frío... ha-ay frío... —tartamudeó y Loan asintió. Alcanzó otra de las mantas y se fue al rincón más alejado de la cabaña.
—¿Q-qué hac-ces? ¡Est-está helando! —musitó ella y Loan la miró un momento.
—Bueno... es para que no me veas —respondió él y Danna dejó de temblar en un segundo, observándolo.
Entendió que lo hacía por respetarla, por si le molestaba verlo desnudo, y no le sorprendió el hecho de que no fuera así. No le molestaba nada de él, mucho menos ver su cuerpo mientras se quitaba la ropa. No sabía qué significaba eso, pero sabía que era bueno.
—N-no me mm-molesta —murmuró y él se acercó despacio al calor de la chimenea para cambiarse.
El corazón se le disparó cuando ella se puso colorada, pero estaba bastante seguro de que ese color en sus mejillas era vergüenza y no asco.
—Te ves linda cuando te sonrojas, pelirroja —susurró y ella se arrebujó más en la manta, temblando.
—¿Desde cuándo pasa esto? —le preguntó cambiando el tema para aligerar el ambiente—. ¿Desde cuándo estoy caminando dormida?
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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