Resumo do capítulo Capítulo 0274 do livro UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Day Torres
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 0274, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance UN BEBÉ PARA NAVIDAD. Com a escrita envolvente de Day Torres, esta obra-prima do gênero Romántica continua a emocionar e surpreender a cada página.
—Pelirroja yo jamás me voy a ir, siempre voy a estar aquí, ni siquiera tienes que pedirme que te cuide, porque todo lo que quiero hacer, todo lo que me hace feliz es estar contigo, es cuidarte... Así que desmejoradito o no, voy a estar contigo tanto como me lo permitas.
Danna pasó saliva, el calor que se desprendía del cuerpo de aquel hombre era muy especial, y por el sentimiento y la emoción con la que hablaba, ella sabía que no le estaba mintiendo.
—Loan, yo no sé como qué vamos a quedar —le advirtió—. Te quiero cerca, te quiero conmigo, pero no sería capaz de ponerle una definición a esto.
Él sonrió acariciando su rostro y luego negó con tranquilidad.
—Yo no necesito una definición, pelirroja, solo un permiso, es lo único que pido, por favor.
—¿Permiso? ¿Para qué?
—Para besarte —murmuró Loan rozando apenas sus labios—. Solo te pido eso, que me des permiso de besarte una vez cada día, pelirroja. Tú eliges el momento, el lugar... en qué parte del cuerpo lo quieres... —A Danna se le escapó una risita nerviosa pero él no se detuvo—. Es todo lo que quiero, nena, que una vez cada día me dejes estar así de cerca como para poder besarte.
Danna sintió que todo su cuerpo se estremecía, y aquel intento de asentimiento terminó en un suspiro.
—Es un trato, señor Keller... ¡pero nada de ir a mi trabajo a amenazar a mi jefe de nuevo!
—¡Ups! —rio Loan y Danna se llevó las manos a la cintura—. ¡No me puedes culpar! ¡Me pongo como un histérico celoso cuando otro hombre te pone las manos encima! —se encogió de hombros—. ¡A ver si quieres aprender a esquiar yo te enseño! ¿O te olvidas de que soy hermano de un campeón de juegos de invierno? ¡Algo le tuve que aprender a Zack!
Ella suspiró dramáticamente y echó a andar en dirección a la casa.
—Pues supongo que podemos intentarlo —murmuró—. Pero te advierto que siempre acabo con dolor en el trasero de tanto caerme... estaba pensando que a lo mejor necesito masajes...
—¿¡Y se los ibas a pedir a tu jefe!?
El resto del camino a casa a Danna se le hizo muy corto. Intentaban hacer retroceder el tiempo, volver a ese estado natural en el que los dos se llevaban bien, en el que se entendían y había esa chispa entre ellos que era imposible de olvidar.
Llegaron a la casa y si Luana o Nikola tenían alguna opinión, se ocuparon de guardarlas debidamente detrás de un par de sonrisas sinceras. Cenaron todos juntos, Loan trajo su maleta, y solo por respeto se instaló en una de las habitaciones de huéspedes.
Una hora después un ronquido suyo despertó a Danna y la muchacha abrió los ojos asustada, intentando adaptarlos a la oscuridad y a la humedad. Inmediatamente reconoció el bosque, las hojas, Loan...
"Loan", pensó con tristeza viendo lo agotado que estaba.
Hizo un movimiento para despertarlo pero algo la detuvo. Su expresión no solo era cansada, sino angustiada también. Él también necesitaba que lo cuidaran, él también necesitaba ser feliz.
Danna acarició su rostro y su mano bajó despacio hacia su pecho sintiendo la dureza de sus músculos bajo la playera. Bajó un poco más y sonrió.
"Quizás sí pueda conseguir que despierte feliz..."
Unos minutos después Loan sintió un calor que lo arrastraba a la realidad. Se levantó sobre los codos sobresaltado, pero apenas abrió los ojos tuvo que volver a cerrarlos, porque el placer era demasiado intenso como para permitirle reaccionar.
—¡Danna...! ¡Dios, pelirroja…!
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
When reading the parts containing images accompanied by random words, it feels really uncomfortable. Perhaps I and many readers will leave this website....