Resumo de Capítulo 0291 – Uma virada em UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Day Torres
Capítulo 0291 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrito por Day Torres. Com traços marcantes da literatura Romántica, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
—Me vas a volver loco. ¿Por qué no te puedo decir que no? ¿Eh? —susurró Loan.
—¿Porque soy el amor de tu vida?
—¡Ah! ¡Eso es! ¡Ya sabía yo que algo era!
Rieron juntos y una ducha después salieron de la casa tomados de la mano para dirigirse a la casa de los padres de Loan.
Al llegar vieron a su mamá y a sus hermanas corriendo de aquí para allá preparando los últimos detalles. El hogar de los Keller se estaba transformando para recibir a los invitados de la ceremonia, y la felicidad llenaba el ambiente.
Pasaron un largo rato jugando con Mauro antes de darle un baño y vestirlo con su trajecito, y luego Loan y Danna se despidieron por un buen rato.
Mientras se preparaba para colocarse su vestido, Luana la peinó cariñosamente para calmar los nervios. Danna estaba muy agradecida con ella, porque realmente desde que había llegado a su vida, la madre de Loan se había comportado con ella como si fuera su verdadera madre.
—Listo, estás preciosa mi niña —dijo poniendo la última flor en su cabello— Ahora vístete, que la ceremonia está por comenzar.
Danna miró su vestido, era blanco satinado, con líneas de perlas que destacaban la cinta que se enlazaba bajo los pechos. No quería disimular su pancita de cuatro meses, y el corte del vestido solo realzaba lo hermoso de su embarazo.
Cuando el atardecer llegó, se escucharon los aplausos en el jardín de los Keller. El nerviosismo tan evidente de Loan fue acogido con risas y palabras de aliento de los presentes. Pero apenas vio a Danna al final de aquella alfombra, Loan sintió que cada pieza de su vida encajaba en el lugar correcto.
—¡Wow! ¡Está hermosa! —murmuró embobado.
No llevaba ni velo ni flores ni nada, pero caminaba con paso firme hacia el altar, dándole la mano a su pequeño Mauro que ya caminaba como un hombrecito.
Cuando llegaron al altar, Loan se acercó a ella con una sonrisa luminosa. Sus manos se unieron y Danna vio en los ojos de Loan una mirada de calidez y amor que la abrazaba y la tranquilizaba.
Si era honesta ni siquiera supo quién ofició la boda, porque solo tenía ojos para él. Cuando llegó el momento de los votos Loan se mordió el labio inferior con nerviosismo.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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