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UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 302

Su boca bajó con ferocidad hasta topar con la de Noémi, que se abrió para él con un gemido. Sus lenguas se juntaron, la tomó de la cintura y ella le rodeó el cuello con sus brazos para acercarse más si es que eso era posible.

El beso fue profundo, intenso; los labios de Levi eran tentadores y demandantes. Exploraba cada centímetro de su boca y sus manos recorrían el cuerpo de Noémi como si perdiera la razón mientras ella le devolvía el beso con la misma intensidad. Era como si de repente la piel ardiera, la ropa sobrara y no pudieran despegarse el uno del otro a riesgo de quemarse.

—¡Dios, voy a hacer combustión espontánea! —jadeó ella.

Levi tironeó de sus cabellos para inclinarla un poco más hacia atrás y así poder acceder mejor a su garganta para devorarla. Las piernas le temblaban y el corazón le latía demasiado fuerte mientras ella se derretía entre sus brazos. Sabía a rosas y a algo dulce y caliente que no podía describir.

Volvió a su boca a mordisquear su labio inferior con desesperación y Noémi gimió mientras aquel beso se intensificaba. Finalmente tuvieron que separarse un poco para tomar aire y Levi apoyó su frente en la de Noémi con un gruñido de necesidad.

Un segundo después la empujaba dentro de aquella casita que no tenía nada y se quitaban la ropa el uno al otro con gestos desesperados.

—Esto no va a ser tierno... —declaró levantándola contra una de las paredes sin haberle quitado ni la blusa todavía.

Noémi sujetó su cara y sonrió con malicia.

—¿Hace cuánto no te acuestas con una mujer?

—¿Tanto se me nota? —rio él sin cortarse—. Algunos meses.

—¿Entonces estás limpio?

—Como un bebé, pero te advierto que probablemente no dure mucho —dijo y la vio morderse el labio inferior.

Levi cerró los ojos cuando sintió sus labios cerrarse sobre su miembro. La lengua de Noémi recorrió todo el contorno hasta llegar a la punta. Lo saboreó con suavidad, como si lo midiera, mientras él le acariciaba el cabello y lo enredaba en uno de sus puños.

—¿Crees que voy a necesitar ayuda? —susurró ella.

—Esto no es para ayudarte... es para controlarte —gruñó él y como si fuera castigo Noémi hundió las uñas en sus muslos y empujó toda aquella carne hacia su garganta. Levi gritó cuando sintió que su verga se perdía hasta lo más profundo de su boca—. ¡Mierd@! —jadeó con desesperación.

Se estremeció de placer mientras entraba y salía de su boca. Sus manos descansaban en sus cabellos porque controlar ¡un cuerno! él tenía de todo en aquel momento menos control. Levi estaba en el cielo al sentir cada centímetro de su miembro desapareciendo entre sus labios. El fuego se apoderó de él mientras se movía contra aquella boca con gusto y fuerza.

Bajó la mirada y se encontró con sus ojos, estaban brillantes, húmedos, llenos de desafío. Para Noémi la sensación también era indescriptible, un calor que fluía por sus venas acompañado del sabor dulce que Levi dejaba en su boca cuando chupaba con todas sus fuerzas.

No quería parar, pero Levi la detuvo cuando comenzaba a sentir que iba a llegar al punto sin retorno. Tiró de su cabello para llamar su atención y sonrió con aquella mirada llena de lujuria.

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