UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 329

Por supuesto todos lo trataron muy bien, y las chicas de la familia enseguida se apropiaron de Peter y lo llevaron a jugar con los más pequeños de Andrea y Zack. La familia estaba reunida y el ambiente era extremadamente agradable, pero cada tanto Levi veía que los hermanos Keller lo miraban raro.

—Sí fuiste tú ¿verdad? —dijo Loan por lo bajo dándole un codazo lleno de complicidad—. A mí no me engañas, fuiste tú.

Levi miró al techo haciéndose el desentendido.

—De verdad no sé de qué estás hablando —murmuró—. Hay muchos testigos que me vieron aquí... ¡tú me viste aquí!

Loan asintió con sorna, pero la verdad era que nadie le creía que se hubiera lastimado aquellos nudillos contra ningún árbol.

—Yo me equivoqué —dijo Milo pasando un brazo sobre sus hombros—. Eres buena bestia. ¡Ahora vamos a beber hasta que sus mujeres los regañen!

Pasar la tarde con los Keller fue muy agradable, pero para la noche tanto él como Noémi estaban cabeceando y Levi podía jurar que jamás había dormido mejor que esa noche, con la cuna de su hijo cerquita de la cama, y Noémi enredada como un pequeño pulpito a su alrededor.

Dos días pasaron, los mejores días, y luego ella tuvo que irse de nuevo, pero Levi sabía que siempre encontraba la forma de escaparse y regresar a Lucerna cada dos o tres días.

Se escribían a diario, sobre todo porque ella solía desmentirle las noticias que publicaba la prensa. Levi apenas lograba entender aquel andamiaje de los paparazzi. Si tomaba un café de puertas para afuera con cualquier hombre ya era alguien que "estaba involucrado" con ella. Si tomaba un café de puertas para adentro era peor. Si iba a un evento sola la criticaban, pero si iba acompañada criticaban a cualquiera que fuera con ella. Y lo mismo pasaba con su gemela.

Las Keller eran las CEO del mayor banco de Suiza, pero también tenían una vida pública, perseguida y agotadora, así que Levi tomó una decisión radical y dejó de leer completamente cualquier noticia que saliera en los periódicos o los blogs, que por suerte no la perseguían hasta Lucerna.

Las semanas comenzaron a pasar sin que ninguno de los dos se diera cuenta de cuánto estaba creciendo entre ellos aquella relación. Se sentían cómodos junto y eso era más que suficiente. No se perseguían, no se celaban y procuraban en todo momento respetar su espacio, hasta que a Noémi se topó de frente con un evento demasiado grande a donde definitivamente no podía ir sola.

Verifique o captcha para ler o conteúdoVerificar