UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 352

Noémi sintió que la nieve se deslizaba debajo de sus pies y su cuerpo caía sin remedio hacia el interior del pozo de nieve. Gritó mientras sus manos intentaban aferrarse a alguna superficie, pero no hubo suerte. Lo único bueno fue que la nieve estaba suave bajo su espalda cuando ella se golpeó contra el fondo.

Intentó abrir los ojos, aturdida, y un círculo de luz se hizo sobre ella, uno que solo rompía la cabeza de Levi asomándose al boquete.

Levi se había quedado paralizado al verla caer, pero solo le duró un segundo la sorpresa. Se desató los esquís y corrió hacia aquel lugar, con mucho cuidado de no caerse él también.

—¡Noe! ¡Noémi contéstame! ¡Por dios contéstame! ¿Estás bien?

—¡Bien jodida...! Idiota... —ella hizo un puchero tratando de levantarse pero le daba miedo haberse roto algo. Levantó las manos y se las miró, estaban bien—. ¿Te parece que tengo los pies normales? —le gritó a Levi.

—¿Te refieres a uno más largo que el otro?

—¡Me refiero a si se ven rotos! Tarado... yo lo mato... de esta lo mato... —balbuceó ella, pero la mirada de Levi sí estaba siguiendo atentamente su posición.

—No parece, nena. Intenta moverte —le dijo y ella obedeció.

Se sentó despacio y realmente no le dolía nada tanto como para que fuera una fractura.

—¡Creo que estoy bien! —gritó.

Levi miró alrededor, buscando algo que pudiera usar para alcanzar a Noémi y alzarla, pero no había nada. Estaban rodeados por la nieve y en una pista que no estaba en funcionamiento así que no había ningún otro humano a la vista.

Levi se acercó más al borde del pozo y miró hacia abajo, tratando medir la distancia.

—Nena, necesito que te acerques a la pared, ¿vale? Vamos, ponte de pie, nena. ¿Sí?

Ella cerró los ojos por un momento y Levi la estrechó entre sus brazos.

—Lo lamento. Los chicos pusieron el banderín para avisar del pozo de nieve, pensé que serías una linda damita que se quedaría entre las flores, pero en lugar de eso tenías que ir a investigar...

—¿Quieres que te pegue en las pelotas? —lo amenazó ella.

—No por favor, les tengo mucho cariño y las voy a necesitar —rio él—. Ahora, esto no es demasiado profundo. Quiero que te pares sobre mis hombros y trates de salir. ¿OK?

Noémi frunció el ceño.

—Espera... ¿Quieres que vaya yo a buscar ayuda? ¡Maldición, Levi! ¡¿NO podías haberlo hecho tú!?

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