—Muy bien, entonces piénsalo mientras cumples otra tarea —sentenció el Subdirector—. Tengo problemas con la división que está en México. Necesito que vayas a ayudar durante algunas semanas. Alista todo que te vas ahora mismo.
Jhon se aguantó la maldición, porque sabía que no había escapatoria, así que se limitó a asentir y salió del despacho. Le molestaba irse sin despedirse de Chiara, cinco minutos antes estaba trabajando como siempre había hecho y ahora estaba siendo enviado a otro continente sin tener la oportunidad de despedirse de su mujer. Estaba furioso por tener que irse sin decirle nada, pero no podía darse el lujo de comentarle por teléfono lo que estaba pasando.
Al menos esperaba poder ganar algo de tiempo para poner las cosas en orden.
Mientras recogía su maleta de emergencia, intentaba pensar en un modo de proteger a Chiara del peligro en el que podría estar metida por recibir el dinero de Franco Garibaldi. Sin embargo apenas aterrizaron del otro lado del océano, su preocupación también se hizo extensiva a su propia seguridad.
—¿Cómo que estás en México, Jhon? Ni siquiera me avisaste —murmuró Chiara al teléfono esa noche
—Lo sé, cariño, pero no tuve tiempo, todo fue demasiado rápido —murmuró él—. Trataré de estar de regreso lo más pronto posible, a lo sumo volveré en una semana, te lo prometo.
Sin embargo esa era una promesa realmente difícil de cumplir, porque a pesar de que iba resolviendo un problema tras otro, parecía que el subdirector planteaba un nuevo problema para no dejarlo regresar, y luego llegó el día fatídico.
Jhon había ido a hacer una captura de un lugarteniente de un capo, pero sin saber cómo aquel hombre supo que estaban por llegar y ordenó el ataque. La situación se complicó muchísimo y su equipo tuvo que regresar corriendo al automóvil mientras disparaban sin parar. Jhon casi lograba salir ileso, pero antes de que escapara del lugar sintió un impacto violento y se tambaleó.
—¡Le dispararon! —escuchó gritar a uno de sus hombres mientras lo arrastraban.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
When reading the parts containing images accompanied by random words, it feels really uncomfortable. Perhaps I and many readers will leave this website....