UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 385

Hacía una semana estaba llorando desesperada rezando para que Jhon no se muriera, y ahora solo podía pensar en todo el daño que le hacía solo con respirar.

Se acurrucó en un asiento y lloró durante todo el vuelo, no pudo evitarlo. Sin embargo cuando aterrizó en la Haya, ya había tomado una decisión. Se encaminó hacia el hotel donde estaba el equipo de abogados y se reunió con ellos. Pero aunque todos le desaconsejaban la estrategia que quería seguir, Chiara sabía que era la única manera.

Esa misma tarde Noémi llegó a la Haya. Protestó, gritó, amenazó con masacrar a Jhon y a todos sus ancestros, pero no logró hacer que su hermana cambiara de opinión. Volvieron a Zúrich al día siguiente y Chara comenzó a liquidar todos los activos de su fortuna personal. No era imple reunir todo el dinero que necesitaba, pero sabía que con sacar al italiano de la cárcel no era suficiente.

—¡Esto no puede estar pasando, Dios! ¡Es tan injusto! —gruñó Noémi al ver que Chiara reunía para devolver hasta el último centavo a Franco Garibaldi, y el resto lo dividía entre las cuentas de sus hermanos—. ¡No quiero que hagas esto!

—Franco Garibaldi está preso, Noe —dijo Chiara finalmente dejándose caer en uno de los asientos de la sala—. El capo más grande de Italia, el Conte de la ´Ndrangheta está preso en los Países Bajos, esperando una audiencia internacional por mi culpa.

—Pero es que no puedes hacer lo que estás pensando... ¡es una locura!

—¡No, no lo es! ¡Se suponía que su identidad y el dinero de su hijo estaban a salvo con nosotros! ¡Y ahora lo están acusando de fraude internacional por evasión de activos en cada país europeo que puedo nombrar! —exclamó Chiara—. Es mi culpa, todo es mi culpa porque fueron los archivos de mi computadora los que se filtraron, porque fui yo la que confió en quien no debía...

—¡Chiara!

—¡Noémi, no te ciegues! —gritó su hermana—. ¡Si en cuarenta y ocho horas no logro sacar a Franco Garibaldi de la cárcel, la Mamma de la ´Ndrangheta en persona va a venir a meternos una bala entre las cejas, en el mejor de los casos, solo a mí! ¿Entiendes?

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